Hace 40 años el mundo cultural se estremeció con el fallecimiento
del último de los tres grandes pintores y muralistas que han dado prestigio a
México a nivel internacional. La muerte de David Alfaro Siqueiros marcaba el
fin de una etapa del muralismo mexicano.
El 6 de enero de 1974, a las 10:17 horas, José David Alfaro
Siqueiros falleció en su casa ubicada en Venus 7, colonia Jardines de
Cuernavaca, a los 77 años de edad. Así se asentó en el acta de defunción
expedida en la capital del estado de Morelos. David Jiménez González, oficial
del Registro Civil, otorgó la boleta para su traslado e inhumación en el
Panteón Civil de Dolores, conocido ahora como la Rotonda de las Personas
Ilustres.
La marcha de la humanidad, El llamado a la libertad, Entierro
del obrero sacrificado y Muerte al invasor son algunos de los títulos que David
Alfaro Siqueiros otorgó a sus murales y en los que dejó plasmada su ideología
política, a la cual se mantuvo fiel hasta sus últimos días de vida.
Ciudad Universitaria, el Museo Nacional de Historia, el
Polyforum Cultural, el Centro Médico Nacional y, desde luego, sus casas, ahora
convertidas en la Sala de Arte Público Siqueiros, en la Ciudad de México, y La
Tallera, en Cuernavaca, son algunos de los espacios que resguardan el legado
que este artista dejó a la humanidad, además de diversos murales en diferentes
ciudades del mundo.
Se afirmaba que El Coronelazo, sobrenombre que Siqueiros
recibió por su participación en la Guerra Civil Española –donde fue teniente
coronel de la 46ª y la 82ª brigadas del 8º Ejército Republicano–, nació en Ciudad
Camargo, Chihuahua. Sin embargo, su acta de nacimiento señala que fue en el
Distrito Federal, el 29 de diciembre de 1896.
Siqueiros siempre estuvo involucrado en causas sociales,
desde que siendo un jovencito de 15 años, cuando acudía a estudiar a la
Academia de San Carlos, se vio envuelto en la huelga de la escuela que exigía
la destitución del director, movimiento que derivó en la formación de la
Escuela al Aire Libre de Santa Anita.
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A los 18 años de edad se unió al Ejército Constitucionalista
de Venustiano Carranza para luchar en contra de Victoriano Huerta. Cuando el
dictador cayó, continuó al lado de Carranza para combatir a Pancho Villa y
Emiliano Zapata. Fue en sus viajes militares por el territorio nacional cuando
conoció de cerca las condiciones de vida de trabajadores y campesinos.
En 1922 se integró al movimiento vasconcelista de educación
de las masas a través del arte público, por lo que realizó murales en
destacados edificios de la Ciudad de México. En 1923 ayudó a fundar el Sindicato
de Pintores, Escultores y Grabadores Mexicanos Revolucionarios.
Ese mismo año salió a la luz el periódico El Machete,
dirigido a los proletarios del mundo, en el que Siquieros ayudó a redactar un
manifiesto que exponía la necesidad de un arte colectivo que sirviera como
propaganda ideológica para educar a las masas y derrotar a la burguesía.
A partir de entonces no cesó de participar en diferentes
causas que incluso lo llevaron a prisión en diversas ocasiones –por lo menos
seis–,y al destierro. Una de sus acciones más notorias fue el
intento de asesinato a León Trotski.
Sin embargo, su actuación
política no impidió que destacara en el arte y estuviera permanentemente en la
búsqueda de nuevas técnicas. Su obra posee un sello que la distingue de otros
autores.
Siqueiros fue un constante
investigador y experimentador de diversas técnicas y materiales. Desde muy
temprana época hizo uso de la fotografía. En los años treinta utilizaba tanto
el yute como lienzos, tela de vidrio, la piroxilina (pintura para autos), el
accidente controlado y la pistola de aire. Continuamente innovó e integró
nuevos elementos a su quehacer artístico.
Un grupo de funcionarios
encabezado por el director general del Instituto Nacional de Bellas Artes, Luis
Ortiz Macedo, acudió a su residencia para manifestar sus condolencias a los
amigos y familiares del muralista.
Así, el lunes 7 de enero de
1974 se realizó un homenaje nacional al artista en el Palacio de Bellas Artes,
donde se cubrió su ataúd con la bandera nacional y una corona de laurel que
colocó el presidente de la República, quien realizó la primera guardia, en
compañía de Rufino Tamayo y Carlos Chávez.
Durante el homenaje,
acompañaron al combatiente muralista no solo funcionarios e intelectuales,
también acudieron a despedirlo decenas de estudiantes e integrantes de diversos
sindicatos.
David Alfaro Siqueiros pasó
casi del sueño a la muerte, tituló uno de los diarios de circulación nacional
la noticia que daba a conocer el deceso del pintor, y donde se mencionaba que
después de un mes de permanecer en cama víctima del cáncer, sedado para atenuar
el dolor, había pasado del sueño a la muerte sin musitar una sola palabra.
La ceremonia luctuosa culminó
el martes 8 de enero en la Rotonda de los Hombres Ilustres, donde fue sepultado
quien fuera una de los máximos representantes de la plástica en México, un
hombre que ingresó a las páginas de la historia que le otorgan la inmortalidad.
Fuente Notimex, publicado en:
http://www.eluniversal.com.mx/cultura/2014/impreso/el-legado-de-david-a-siqueiros-a-cuarenta-anios-de-su-muerte-73321.html
Fuente Notimex, publicado en:
http://www.eluniversal.com.mx/cultura/2014/impreso/el-legado-de-david-a-siqueiros-a-cuarenta-anios-de-su-muerte-73321.html