La
muestra, que se presenta hasta el 9 de febrero de 2014 en el Museo Te Papa
Tongarewa, reúne 266 piezas de la zona arqueológica de Teotihuacan, los museos
nacionales de Antropología y del Virreinato, diversos recintos regionales y de
la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia
En
opinión de Lynette Townsend, curadora del Museo Te Papa Tongarewa de Nueva
Zelanda, el hecho que más de 60 mil personas hayan visitado desde el 29 de
septiembre la exposición Aztecs. Conquest and Glory, es una muestra de que la
fascinación por una de las culturas más representativas del mundo prehispánico
continúa vigente en todo el orbe.
La
muestra, que se presenta hasta el 9 de febrero de 2014 en el recinto ubicado en
la zona neozeolandesa de Wellington, reunió, además del equipo curatorial de
Lynette Townsend, a especialistas del Museo del Templo Mayor para realizar un
discurso histórico del mundo azteca a través de las 266 piezas arqueológicas.
La
curadora manifestó su agradecimiento con instituciones como el Consejo Nacional
para la Cultura y las Artes y el Instituto Nacional de Antropología e Historia
para reunir piezas de la zona arqueológica de Teotihuacán, de los museos
nacionales de Antropología y del Virreinato; diversos museos regionales y la
Biblioteca Nacional de Antropología e Historia.
Liga al sitio del museo Te Papa Tongarewa
−
¿Cuánto tiempo llevó la preparación de esta muestra?
−La
exposición ha sido un proyecto largo, se estuvo preparando por mas de cinco
años, queríamos mostrar el diálogo entre culturas tan lejanas y a la vez con
tantas coincidencias como las que se
desarrollaron en México y Nueva Zelanda. Ahora está dando frutos todo ese
trabajo. Creo que logramos mostrar la cultura azteca en su totalidad, su
historia desde su inicio, su imperio y su fin. Queremos dar una visión integral
de la cultura azteca incluyendo seis aspectos: orígenes y migración; gobierno y
sociedad; economía y vida diaria; dioses y rituales; conquista y expansión; y
caída del imperio. Esto incluye mostrar su intercambio cultural, los
sacrificios humanos, objetos religiosos y representativos de la vida diaria”.
−Más
que una lectura lo que se desprende de la exposición son muchas preguntas. Es
impresionante que esta sociedad tan fuerte que construyó un gran imperio, sólo
durara 200 años, desde 1325 hasta la Conquista de los españoles, aunque su
legado aún persiste en el México actual. Hemos tenido 50 mil visitantes y
esperamos aún más hasta febrero, lo cual es un claro indicio de cómo los
aztecas siguen siendo motivo de un gran interés a nivel mundial. Es muy
importante resaltar que no hubiéramos podido crear un marco museístico tan
amplio sin la colaboración de las instituciones culturales mexicanas, pues
reunir 266 piezas en una verdadera proeza en cuanto a logística e intercambios
binacionales.
−¿Cuál
considera que es el interés de la gente de Nueva Zelanda por una cultura tan
lejana como la de los aztecas?
−Yo
creo que lo que más interesa al público
es la vida diaria de los aztecas, cómo era la cultura, cómo eran sus relaciones
familiares, sociales, su religión. Los objetos de arte son impresionantes y es
una experiencia única en la vida el poder apreciarlos. México es un país que es
muy atractivo para la gente en Nueva Zelanda por motivos culturales sobre todo,
y conocer en dónde nació la cultura, es muy interesante para los visitantes del
museo. La exposición está diseñada para dar una visión integral de la cultura
azteca al público, con objetos representativos, se mostrará el sistema socio
económico y religioso y su legado cultural, que forma parte de la identidad
actual de México y ofrece una fascinante visión de la vida, creencias y
rituales de sacrificio.
−¿Cómo
curadora de la exposición, cuáles crees que son las piezas más importantes?
−Destaca
en especial una escultura del Guerrero Águila impresionante que viene del Museo
Nacional de Antropología de México y como figuras principales están las piezas
de Tláloc y Huitzilopochtli, así como a Mictlantecuhtli, deidad de la muerte.
Incluimos a la par objetos y trabajos multimedia de museos de México. Se
muestra la religiosidad, los sacrificios humanos como parte de lo sagrado por
medio de piezas arqueológicas y trabajos realizados específicamente para esta
exposición. La pieza central es un modelo a escala 1:10 del Templo Mayor. La
religión es parte fundamental del pensamiento azteca y desde su templo se
dominaba Tenochtitlan. La estructura no sólo es hermosa, sino es una verdadera
obra de ingeniería.
−Mostramos
también la vida diaria en el tiempo de los aztecas, con instalaciones que
recrean escenas cotidianas. Hay representaciones de los dioses e instalaciones
sobre cómo se realizaban los sacrificios humanos. Es una oportunidad única de
ver en Nueva Zelanda algunos objetos sagrados de los aztecas. Hay piezas
maravillosas de joyería de oro con jade y plumas exóticas, como un pendiente de
oro de Xochipilli, deidad de las flores y la belleza.
−¿Encuentra
alguna conexión entre la cultura de Nueva Zelanda y la de México, tanto en el
pasado como en el presente?
−Una
de las principales conexiones que encontramos y que discutimos mucho con
especialistas de ambas culturas es la relación con la tierra, con la producción
agrícola, que incluso hoy es muy importante para los descendientes directos de
ambas culturas. Nueva Zelanda tiene fuertes culturas nativas, algunas
actualmente aún vivas, igual que en México, y con mucha influencia cultural.
Sin embargo, aquí no se desarrolló un imperio como el azteca. La cultura maori
es reconocida como la gente original de esta tierra y celebramos esta
biculturalidad presente en la vida de Nueva Zelanda.
−¿Hay
actividades paralelas en el Museo para mostrar la cultura de México?
−La
exposición incluyó una celebración del Día de los Muertos, el 2 de noviembre.
Además ha habido charlas, conferencias, películas y talleres de artesanía,
acerca de México y los aztecas. La idea de estas actividades es que el público participe, que no sea
solamente un espectador de museo, porque no es sólo una exposición, sino un
conjunto de ventanas para conocer la cultura de México. Está sobre todo
orientada a las familias, ya que los niños pueden disfrutar y conocer mucho de
esta cultura también. Hay una actividad especialmente interesante que consiste
en que mediante un test de personalidad, se asigna al participante un personaje
de la historia azteca, todo eso ha permitido que el público se identifique con
esa cultura.
−¿Podría
hablarnos sobre el Museo de Te Papa Tongarewa, donde tiene lugar la exposición?
−Te
Papa es el principal museo de Nueva Zelanda, en Wellington, tiene como
funciones el mostrar el ambiente de Nueva Zelanda, su cultura y su historia. Es
un museo que promueve la interacción con el espectador. No queremos sólo que se
observen las exposiciones, sino que se vivan. Nuestro nombre significa
“contenedor de tesoros” y exponemos tesoros culturales maoríes y de las islas
del Pacífico, así como la vida natural de la región, arte e historia. Tenemos
además la misión de promover la cultura de Nueva Zelanda en el mundo, como lo
hicimos en México, y de mostrar otras culturas del mundo en Nueva Zelanda, como
con la exposición de Aztecas.
−¿Cuál
considera que es la importancia de mostrar la belleza y el poderío de los
aztecas en otras naciones?
−Es
importante en todos los aspectos, incluso para conocer y referenciar la propia
cultura, conocer los contrastes con otras, tener una visión del mundo. La
cultura azteca, a pesar de haber tenido corta duración en el poder, tiene una
influencia enorme, que llega hasta el México actual, es una de las grandes
culturas del mundo y es interesante conocer su vida diaria, así como su vida
espiritual. Hay interpretaciones y diversas lecturas sobre los aztecas, incluso
clichés, sobre todo por los sacrificios humanos. Creo que es necesario mostrar
la cultura como una cosmovisión integral, como un contexto para poder
apreciarla en su verdadera dimensión.
Para comprender la realidad de los países es necesario conocer su
historia. México es un país importante en el mundo, tanto económica como
culturalmente, por eso es vital conocer sus raíces.