A 11 años de la partida del “poeta de la lente” Manuel
Álvarez Bravo (4 de febrero de 1902 – 19 de octubre de 2002), la obra de quien
es considerado como el mayor representante de la fotografía latinoamericana del
siglo XX, sigue vigente.
Muestra de ello, es la continua presentación por todo el mundo, de exposiciones de su trabajo fotográfico, que se extiende de finales de la década de 1920 a los años noventa, donde expresa la esencia de México, pero con una mirada humanista que le confiere una dimensión universal.
“Lo importante en un fotógrafo es su obra, su sinceridad, su
capacidad de trascender el plano documental para alcanzar la plenitud humana”,
decía Álvarez Bravo, quien es uno de los fundadores de la fotografía moderna.
Para mostrar los rostros de México, “qué mejor que la obra
fotográfica universal de Manuel Álvarez Bravo", señaló Rafael Tovar y de
Teresa, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes
(Conaculta), durante la inauguración de la muestra Retratos de México, de
Manuel Álvarez Bravo, que se presentó en junio de este año en Nueva York.
Nacido en la capital mexicana, Manuel Álvarez Bravo tuvo que
interrumpir sus estudios a los doce años al fallecer su padre y comenzar a
trabajar, para ayudar en la economía familiar, en una fábrica textil y luego,
en la Tesorería General de la Nación.
De abuelo pintor y padre maestro, aficionados a la
fotografía, comienza a explorar de manera autodidacta los procedimientos
fotográficos. En un inicio, incursiona en el pictorialismo, para luego explorar
las estéticas modernas con el cubismo y las posibilidades de la abstracción.
En 1930, influenciado por Tina Modotti, se inicia en la
fotografía documental, para después trabajar para los muralistas como Diego
Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros. De 1943 a 1959
incursionó en el cine al realizar fotografías fijas.
Álvarez Bravo es una figura emblemática del periodo
posterior a la Revolución mexicana cuya riqueza se debe a la coexistencia de un
afán de modernización y de la búsqueda de una identidad con raíces propias;
ambas tendencias, fueron encarnadas por el fotógrafo.
A lo largo de sus 100 años de vida, presentó más de 150
exposiciones individuales y participó en más de 200 exposiciones colectivas en
todo el mundo.
André Bretón, señalaba a propósito del fotógrafo, que
"todo lo poético mexicano ha sido puesto por él a nuestro alcance: allí
donde Manuel Álvarez Bravo se ha detenido, donde se ha parado para fijar una
luz, un signo, un silencio, es no solamente donde late el corazón de México,
sino donde el artista ha podido presentir, con discernimiento único, el valor
plenamente objetivo de su emoción”.
En 2002, con motivo del centenario de su natalicio, su obra
llegó a Roma con la muestra La mirada de Manuel Álvarez Bravo y en 2012, a 10
años de su fallecimiento, el Museo del Palacio de Bellas Artes, en la ciudad de
México, albergó la exposición Manuel Álvarez Bravo, una biografía cultural.
Tan sólo durante este 2013, exposiciones del fotógrafo han
visitado diversos lugares, ya que apenas en julio, la muestra itinerante Manuel
Álvarez Bravo: un fotógrafo al acecho llegó al Museo Amparo de Puebla, la cual
previamente había estado en París, Madrid, Nueva Delhi y San Diego.
Para el mes de junio Portraits of Mexico (Retratos de
México), de Manuel Álvarez Bravo, se presentó en Nueva York, como parte de las
actividades de la delegación de México, en la BookExpo America 2013, y la obra
de Álvarez Bravo también se exhibió en Biarritz, Francia, en la muestra El arte
mexicano 1920-1960. Elogio del cuerpo, junto al trabajo de Diego Rivera, Frida
Kahlo y David Alfaro Siqueiros.
Además, sus obras están presentes en las colecciones de los
Museos de Arte Moderno de México, Philadelphia, New Orleans, Kyoto, Caracas y
Nueva York, de la Bibliothèque Nationale de París, de la George Eastman House
de Rochester, en The Victoria and Albert Museum de Londres y el Center for
Creative Photography de Arizona.
Su fecunda trayectoria le valió reconocimientos desde 1926
cuando recibió el primer premio en un concurso organizado por la Feria Regional
Ganadera de Oaxaca. En 1975 fue galardonado con el Premio Nacional de Artes en
nuestro país, en 1982 fue nombrado Officier de l´Ordre des Arts et Lettres, de
Francia y en 1987, Master of Photography por el International Center of
Photography de Nueva York.
En 1991 recibió con el Premio Internacional Hugo Erfurth, en
Leverkusen Alemania, mientras que en 1993 fue declarado Creador Emérito por el
Conaculta y en 1995 se hizo acreedor a la Gran Cruz de la Orden del Mérito en
Portugal.
Fuente: CONACULTA