Washington, 24 sep (EFE).- El primer presidente negro de Estados Unidos, Barack Obama, inauguró hoy con el sonido de "la campana de la libertad" el Museo Nacional de la Historia y Cultura Afroamericana, en recuerdo de la liberación de los esclavos proclamada en 1863 por el entonces presidente Abraham Lincoln.
El mandatario, la primer primera dama negra, Michelle Obama, y cuatro generaciones de una familia negra que es "prueba del progreso" de esta comunidad hicieron sonar la campana, trasladada a Washington para la inauguración, de la primera iglesia baptista de Virginia, establecida en 1776, una de las primeras iglesias negras del país.
"Vamos a abrir este museo al mundo. (..) El sonido de esta campana será reproducido por otras en centros religiosos, en plazas, en todo el país. Un eco del sonido de las campanas que señaló la liberación (de los esclavos) hace más de un siglo y medio, el sonido y el himno de la libertad estadounidense", dijo Obama.
A la esperada inauguración del museo asistieron los expresidentes Bill Clinton (1993-2001) y George W. Bush (2001-2009), quien firmó en 2003 la ley para la construcción del museo afroamericano en la explanada monumental de Washington, el National Mall.
Bush y su esposa, Laura, presidieron junto a Barack y Michelle Obama una emotiva ceremonia que reunió a miles de personas, entre ellas figuras icónicas de la lucha por los derechos civiles como el senador demócrata John Lewis, que participó en 1963 en la organización de la Marcha de Washington junto a Martin Luther King.
"La historia afroamericana no está separada de la historia de Estados Unidos. No es la parte inferior de la historia de Estados Unidos. Es central en la historia estadounidense", afirmó Obama, el último en intervenir antes de la inauguración oficial con el sonido de la campana.
"Nos ayuda a entender mejor las vidas sí, del presidente, pero también del esclavo, del industrial pero también del botones, del que mantuvo el 'status quo' pero también del activista que buscaba acabar con el 'status quo'", agregó.
Obama lanzó asimismo un mensaje para el futuro en un momento de tensión racial en el país por los episodios de violencia policial contra ciudadanos negros en el último año: "Espero que este museo nos haga hablar los unos con los otros, y escucharnos y vernos los unos a los otros".
El colosal museo, situado junto al obelisco del Monumento a Washington en la avenida Constitución, narra la historia de los negros en Estados Unidos, la historia del país mismo, desde la esclavitud, pasando por la lucha por los derechos civiles y hasta la llegada del primer presidente negro a la Casa Blanca en 2009.
"Una gran nación no se esconde de la verdad. La verdad nos fortalece, nos alienta. Es un acto de patriotismo el contarnos dónde hemos estado", sostuvo Obama.
"Este museo nos ayuda a contar una historia más rica y más completa de quienes somos", agregó.
En el mismo sentido se pronunció su predecesor en la Casa Blanca, George W. Bush, al que presentó su esposa y ex primera dama Laura Bush.
"Una gran nación no esconde su historia. Enfrenta sus errores y los corrige. Este museo cuenta la verdad de un país fundado en la promesa de libertad que tuvo a millones de personas encadenadas, que el precio de nuestra unión fue el pecado original de Estados Unidos", afirmó el exmandatario republicano.
Por su parte, el congresista e histórico defensor de los derechos civiles John Lewis, uno de los que promovieron la construcción del museo, afirmó que el museo es "un sueño convertido en realidad".
El evento, al que asistieron 7.000 invitados oficiales y miles más que se congregaron en los jardines del National Mall, contó con actuaciones como la de Stevie Wonder y emotivos discursos, como el de Obama, que arrancó las lágrimas de su esposa Michelle.
El museo, de más de 37.000 metros cuadrados, narra la tortuosa historia de los negros en Estados Unidos a través de más de 36.000 objetos recopilados en todo el país. Demo México :: América