México, 9 de septiembre, 2016 (EFE). El Museo de Arte Moderno (MAM) de la capital mexicana presentó el jueves (8 de septiembre) su nueva exposición sobre la española Remedios Varo, que "navega en las aguas profundas" de la pintora surrealista, basándose en curiosidades que normalmente quedan fuera de las muestras que le dedican.
La comisaria de la exposición, Marisol Argüelles, afirmó a EFE que el concepto de "Remedios Varo. Apuntes y anécdotas de una colección" se aleja de los grandes temas con los que normalmente se vincula a la pintora —como el surrealismo o la literatura— y se centra en lo que el escritor Miguel de Unamuno llamaba "intrahistoria".
Una metáfora "en la que los datos subhistóricos se equiparan a las profundidades, a las aguas calmadas del mar, y los datos históricos como grandes acontecimientos son la espuma y las olas", explica la también subdirectora del MAM.
La exposición consta de 39 obras, es decir, la colección completa que el MAM tiene de Varo (Anglés, Girona, 1908 - Ciudad de México, 1963), la cual fue donada en 2002 por Walter Gruen y Anna Alexandra Varsoviano.
Basándose en el "Catálogo razonado" que hicieron Gruen —quien estuvo casado con la artista— y Ricardo Ovalle, los óleos y dibujos de la muestra se dividen en tres grandes secciones.
La primera se centra en los estudios sobre la firma de Varo, que adoptó varias formas a lo largo de su producción artística.
Por ejemplo, firmaba solo con su nombre de pila en sus inicios, cuando regalaba una pintura y en su etapa tardía, o empleaba su segundo apellido, Uranga, únicamente para sus trabajos comerciales, como los que hizo para la empresa Casa Bayer.
La artista "nunca consideró el dibujo como una obra terminada" y consideraba estas creaciones trazadas sobre papel mantequilla como un mero instrumento de trabajo, por lo que nunca los firmaba, apunta la curadora.
La segunda sección de la muestra se basa en los datos curiosos de las obras, y la tercera en el litigio por los derechos sobre las obras que se dio entre la sobrina de la artista y las instituciones mexicanas.
Dedicando una parte de la exposición al litigio, defiende Argüelles, no se quiso recuperar "la tensión" entre ambas partes, sino ver cómo a partir del conflicto "se recupera la memoria de muchas obras" de la artista, quien se exilió durante la II Guerra Mundial a México, donde permanecería hasta su muerte.
Con testimonios y comentarios de quienes conocieron a la artista o de la propia Varo, el recorrido permite descubrir, a modo de "libro abierto", detalles que explican qué hay detrás de las obras.
Tal y como ocurre con "Música del bosque" (1963), el único dibujo que no llegó a convertirse en óleo y con el que el visitante sabrá que el hombre que aparece retratado representa a Gruen, situado en un bosque que remite a su Austria natal.
Los comentarios de Eva Sulzer desvelan que "El gato helecho" (1957) nació de un sueño que tuvo esta fotógrafa y que le narró a Varo, mientras que los apuntes de la pintora explican el significado de una de sus obras más populares, "Mujer saliendo del psicoanalista" (1960), que muestra a su protagonista arrojando la cabeza de su padre a un pozo.
También se expone su "Autorretrato" (1951), el único que realizó, aunque "hay quien dice que todos los personajes de Remedios Varo son ella", comentó Argüelles durante un recorrido con la prensa.
En la parte final de la exposición, que permanecerá en el MAM hasta el próximo febrero, se presenta una cronología bautizada con el nombre "Datos irrelevantes para reconstruir la pequeña historia".
La cronología recoge curiosidades como que Varo coincidió en la Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid) con Salvador Dalí, a quien la pintora "no soportaba" y quien un día le contestó a una pregunta con la extravagante frase "las nenas hacen pis en la escalera".