Aunque el sábado se cumplieron 400 años de su muerte, el dramaturgo se mantiene como el escritor más famoso del mundo, y ha perdurado a través de la interminable interpretación de sus obras y personajes de fama global, como el atormentado príncipe Hamlet y los amantes desafortunados Romeo y Julieta.
El poeta muerto hace mucho tiempo es uno de los principales embajadores culturales británicos, y el aniversario de su fallecimiento, el 23 de abril de 1616, es celebrado en toda Gran Bretaña con desfiles, ceremonias religiosas y por supuesto con actuaciones teatrales. Después de todo, la obra es lo que importa (ésa es precisamente una de las numerosas frases que Shakespeare aportó al idioma inglés).
El presidente estadounidense Barack Obama se tomó un receso de su agenda política en Londres y visitó el sábado el Teatro Globe de Shakespeare, donde escuchó el monólogo de Hamlet de "Ser o no ser" al tiempo que admiró este escenario, una fiel reproducción del construido en 1599, en el que fueron interpretadas por primera vez muchas de las obras del dramaturgo.
Obama se reunió con la compañía Globe, que en dos años de gira ha llevado "Hamlet" a casi 200 países. Los actores interpretaron la tragedia escrita por Shakespeare en una cancha de tenis en Kabul, en un campamento para refugiados sirios en Jordania y en la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York.
Dominic Dromgoole, director artístico del Globe, dijo que la gira mundial le ha enseñado que Shakespeare "es una gran ayuda para la comunicación. Es una gran forma de ayudar a la gente a encontrarse con los demás, que descubra similitudes y también diferencias".
"Creo que él no tiene agenda", declaró Dromgoole. "No hay un giro particular en su obra que diga esto tiene que ser venerado o hay que creer en esto. Él presenta la vida, y la presenta con ingenio, brillo y encanto, pero es la vida. Y todo el mundo entiende lo que es la vida".
El Globe también instaló pantallas a lo largo del río Támesis a fin de proyectar extractos de cintas de las 37 obras de Shakespeare, filmadas en los lugares propios de la trama: "El rey Lear" en los acantilados blancos de Dover; "El mercader de Venecia" en la ciudad italiana llena de canales y "Timón de Atenas" frente al Partenón.
En la localidad natal del dramaturgo de Stratford-upon-Avon, la Compañía Real Shakespeare organizó un gran espectáculo teatral televisado en vivo por la BBC.
El popurrí de escenas de Shakespeare y obras que él inspiró, como los musicales "Kiss Me Kate" y "West Side Story", contó con las actuaciones de John Lithgow, Judi Dench, Benedict Cumberbatch y Ian McKellen, e incluso del príncipe Carlos, quien subió a un escenario durante un sketch cómico para zanjar una discusión acalorada entre actores sobre la mejor manera de recitar "Ser o no ser".
Horas antes, el heredero del trono británico colocó una ofrenda floral en la tumba del escritor en la iglesia de la Santa Trinidad en Stratford.