Reuters. Roma, 23 de marzo, 2016. Una iglesia del siglo VI sepultada por un terremoto cientos de años atrás y que cuenta con una rara colección de arte cristiano reabrió al público en Roma, luego de una restauración que tomó más de 30 años.
Ubicada al pie de la colina donde vivían los emperadores romanos, Santa María Antigua fue sepultada bajo escombros en el 847 y descubierta recién en el 1900. Los frescos de santos, mártires, reinas, papas y emperadores fueron restaurados con un costo de 2.7 millones de euros (3 millones de dólares), financiados por el estado italiano y el World Monuments Fund.
“Esta iglesia es la Capilla Sixtina de la temprana Edad Media”, dijo la historiadora de arte María Andaloro, quien supervisa una exhibición que usa proyecciones digitales sobre los muros del lugar. “Reunió lo mejor de la cultura figurativa del mundo cristiano entre Roma y Bizancio”, agregó.
Entre los tesoros artísticos figura una representación de la Virgen María con el Niño, uno de los íconos cristianos más antiguos del mundo, trasladada a otra iglesia en Roma luego del terremoto pero que ahora fue devuelta a Santa María Antigua.
De pie bajo la obra, Andaloro dijo que la iglesia era un ejemplo único de un lugar que escapó a las reformas del período Barroco o la Contrarreforma, durante la cual otras iglesias romanas fueron alteradas.
La iglesia permaneció intacta, pero con grandes daños por el paso del tiempo, dijo Andaloro, aunque algunos cambios se le hicieron durante el corto tiempo en que fue utilizada.
Una de las proyecciones muestra cómo una representación del arcángel Gabriel diciéndole a María que fue elegida para ser la madre de Cristo se pintó sobre la imagen de una reina bizantina precristiana que usaba una corona y un vestido cubierto de perlas.