Nueva York, 6 de mayo, 2016 (AP). James Taylor echo la vista atrás cuatro décadas hasta su debut en el Carnegie Hall, que según recordó fue "el tipo de signo cultural" de que había alcanzado cierto nivel de estrellato.
"Lo celebramos, por eso no lo recuerdo muy bien", rememoró el cantante y compositor.
Taylor ayudó al Carnegie Hall a conmemorar su 125 aniversario el jueves en la noche con un concierto de gala que incluyó actuaciones del cantante y pianista Michael Feinstein, la soprano Renee Fleming, la mezzosoprano Isabel Leonard, los pianistas Emanuel Ax y Lang Lang, el violinista Itzhak Perlman y el violonchelista Yo-Yo Ma.
Dos cantantes retiradas, la soprano Martina Arroyo y la mezzosoprano Marilyn Horne, ofrecieron discursos, y la primera dama estadounidense, Michelle Obama, envió un mensaje grabado. Horne, que tiene 82 años, bromeó diciendo que se sentía como si hubiera estado en el Carnegie durante esos 125 años.
El conductor de la noche, Richard Gere, rindió tribute al violinista Isaac Stern, que debutó en el icónico escenario neoyorquino en 1943, lideró una campaña para impedir su demolición cuando la Filarmónica de Nueva York se trasladó al Lincoln Center en 1962 y fungió como presidente del Carnegie hasta su muerte en 2001.
A diferencia del programa centrado en la música clásica interpretado el 5 de mayo de 1991 —exactamente un siglo después de que Tchaikovsky dirigió su Festival Coronation March con la Orquesta Sinfónica de Nueva York en la inauguración de la sala— los más de 90 minutos de concierto del jueves fueron más variados, con un inicio clásico que terminó con Feinstein y Taylor.
El español Pablo Heras-Casado condujo a la Orquesta de St. Luke's y al Oratorio Society of New York. Gere intervino entre actuaciones y nombró a muchos de los intérpretes más famosos que pisaron el Carnegie, como el pianista Vladimir Horowitz y el violinista Jascha Heifetz. El actor recordó además anécdotas acompañadas de proyecciones de fotografías y programas de más de un siglo de historia.
Además de música clásica, a lo largo de su historia el Carnegie Hall albergó conciertos de jazz y de bandas de rock como los Beatles y los Rolling Stones.