Fue un gusto que nos pidieran que jugáramos, porque los artistas no siempre lo hacemos, dice la escultora Yvonne Domenge.
La exposición, organizada por Alas y Raíces del Conaculta, será inaugurada este sábado 31 de mayo; la integran esculturas en piedra, madera, plastilina; pintura al óleo, acrílico o textil; grabado, fotografía y piezas multimedia.
Jugar es fundamental en la vida, coinciden la fotógrafa Graciela Iturbide, la escultora Yvonne Domenge y los pintores Arnaldo Coen y Benjamín Domínguez, quienes dicen que aún de adultos les encanta hacer travesuras. Ellos son parte de los 48 reconocidos artistas visuales que crean y aportan obras para la exposición Piedra, papel o tijera. El juego de los artistas, organizada por Alas y Raíces del Conaculta, la cual será inaugurada el 31 de mayo en el Centro de las Artes de San Agustín Etla, en Oaxaca. http://www.casa.oaxaca.gob.mx
Se trata de una muestra que reúne más de 65 piezas que ofrecen la visión particular del juego y el juguete de cada uno de los artistas participantes. La curaduría estuvo a cargo de Juan Coronel Rivera y está integrada por esculturas en piedra, madera, plastilina; pintura al óleo, en acrílico o textil; grabado, fotografía, cartonería y serigrafía, así como instalaciones, videos y piezas multimedia.
En palabras de Juan Coronel, las obras que conforman Piedra, papel o tijera. El juego de los artistas “no sólo sirven como propuesta estética, sino para significarse. Nos presentan al artista mediante el juego y, de alguna manera, aquella diversión aprendida en la infancia hace presencia en estas piezas a través de alegorías de lo lúdico”.
Para la fotógrafa mexicana Graciela Iturbide, quien ha sido distinguida con el Premio Hasselblad 2008, la vida tiene que ser lúdica. Por ello asegura que al ejercer su profesión sigue jugando, que la fotografía es su mejor terapia, porque le da oportunidad de conocer diferentes lugares y cuando trabaja con niños, jugar con ellos.
Graciela Iturbide participa con tres fotografías tituladas Juego 1, Juego 2 y Juego 3, dos de ellas inéditas. Son imágenes captadas en Mozambique, Madagascar y Roma. “Juan Coronel y yo tratamos de elegir juegos ‘primitivos’, que se jugaran en comunidades donde no hay juguetes modernos, sino que son juegos a base de piedras, palos y tierra. Por eso una de las fotos muestra las pintas de los niños sobre el suelo para brincar”.
De acuerdo con la reconocida fotógrafa, lamentablemente este tipo de juegos se han ido perdiendo, porque hoy en día los niños se entretienen más con computadoras y teléfonos celulares. Ella, quien posee una pequeña colección de juguetes mexicanos, cuenta que siempre juega con sus nietos haciendo collages y pinturas.
“Soy parte de una familia de 13 hijos. Era muy lindo porque teníamos una madre con un gusto muy especial por las tradiciones mexicanas, entonces teníamos muñecas de trapo, avioncitos o barcos con los que jugábamos. Recuerdo que fabricábamos casitas con cajas de cartón y cobijas. Teníamos un juego un poco terrible, el cual consistía en tomar ratoncitos y les confeccionábamos suéteres, pantalones, vestidos y los poníamos en el tren de mis hermanos. Era una gran diversión”, cuenta Graciela Iturbide.
Otra de las artistas participantes es la escultora Yvonne Domenge, quien externa su alegría al invitarla a crear una pieza lúdica pensando en los niños. “Lo hice para jugar, para divertirme. Mi trabajo es muy geométrico y muy cuidadoso, entonces tenía pedazos de madera, botones de ropa que era de mi abuelita -a mí me encantan los botones y los guardo-, y los usé para hacer mis bichitos. Tallé los pedacitos de madera y les puse rueditas para que pudieran pasear, porque a los niños les encanta. A mí me gustaba mucho jalar cosas para que pudieran caminar conmigo”.
La niñez de Yvonne Domenge fue divertida, aunque quizá un poco solitaria. Lo que más le gustaba era encerrarse a dibujar. Hablaba poco y cosía en compañía de su nana, con quien compartía una caja llena de botones. Desde entonces le quedó el gusto de coleccionar botones, porque siempre los vio como un tesoro.
“Mi papá me decía que no era una niña lineal. Lo que más hacía era dibujar. Una de las cosas que más me gustaba era que llegaran los domingos, porque había historietas de colores a las que les ponía cera y las tallaba con una moneda para pasarlos a hojas que luego retocaba con tinta china. Ese era mi mayor juego de los domingos”.
Ahora que tiene muchos nietos, cuenta Domenge, se da el permiso de jugar, de reír, de sentirse ligera, creativa y atrevida. “Un día uno de mis nietos me pidió que me metiera a la tina de baño con él, y lo hice con todo y ropa y zapatos, fue algo que me pareció divertidísimo, darme la oportunidad de ser traviesa”.
El pintor Benjamín Domínguez recuerda que cuando era niño no jugaba al trompo o las canicas, sino que se dedicaba a pintar las paredes de su casa. Por eso, para participar en Piedra, papel o tijera. El juego de los artistas elaboró una pintura de gran formato titulado La muñeca de mis hermanas.
“La figura protagonista es la muñeca de mis hermanas y yo estoy de niño dibujando en una pared unos monos muy infantiles. Es un juego que yo hacía mucho, porque mi interés siempre fueron el dibujo y la pintura. No jugaba con trompos, yo pintarrajeaba las paredes y eso era fabuloso para mí”, cuenta.
A decir del maestro Benjamín Domínguez, nunca dejamos de ser niños, sobre todo los artistas. “Seguimos siendo niños siempre y nuestra infancia es fundamental para desarrollarnos en todos los ámbitos que vamos a vivir. Es importante jugar, porque de esa manera se libera uno de muchas tensiones y nos enfocamos en la propia personalidad. Cuando las personas se encuentran a sí mismas, a través de su infancia y de su historia, es cuando logran realizarse en cualquier ámbito, porque tienen mucha mayor libertad y eso permite imaginar, soñar”.
En coincidencia se manifiesta el pintor Arnaldo Coen, quien a partir de una serie que está realizando actualmente, en la que plasma de diferentes formas la imagen de Emiliano Zapata, elaboró un rompecabezas que se forma a través de un dibujo en serigrafía y una pieza intervenida con color. Así, los niños podrán mezclar las partes de color con las de blanco y negro, para formar su propia interpretación del líder revolucionario mexicano.
Cuando era niño, Arnaldo Coen jugaba en las calles del pueblo de Mixcoac, donde vivía. Solía correr en los jardines del hospital para enfermos mentales, conocido como La Castañeda, pues era amigo del hijo del conserje. “Hasta pasábamos a visitar a algunos de los internos que no eran peligrosos. Alguno de ellos me enseñó a tallar madera. Era una especie de juego, curiosidad y aventura por conocer los diferentes tipos de manifestaciones mentales”.
Otros de los artistas que participan en la exposición son Philip Bragar, Alberto y Miguel Castro Leñero, Laura Cohen, Rafael Coronel, Abraham Cruzvillegas, Rogelio Cuéllar, José Luis Cuevas, Gilberto Esparza González, Fidel Figueroa, Gabriel Figueroa Flores, Gabriel Figueroa Mateos, Oweena Camille Fogarty, Andrea Garza, Alan Glass, Renato González, Roger von Gunten, Daniel Guzmán, Saúl Kaminer, Perla Krauze, Dr Lakra, Magali Lara, Daniel Lezama, Ma. José de la Macorra, Miguel Ángel Madrigal, Rocío Maldonado, Ernesto Mallard, Miriam Medrez, Gustavo Monroy, Gerardo Monsiváis, Helio Montiel, Amor Muñoz, Pablo Ortiz Monasterio, Ambra Polidori, Carla Rippey, Vicente Rojo, Betsabeé Romero, Nunik Sauret, Raymundo Sesma, Francisco Toledo, Roberto Turnbull, Alejandra Venegas Geffroy, Germán Venegas y Marysole Wörner Baz.
Piedra, papel o tijera. El juego de los artistas es una exposición organizada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, a través de la Coordinación Nacional de Desarrollo Cultural Infantil-Alas y Raíces. Permanecerá en exhibición del 31 de mayo al 30 de junio en el Centro de las Artes de San Agustín Etla, Oaxaca.