De Uruguay a la isla de Tonga y de Afganistán a Zimbabwe, la tercera edición del Día Internacional del Jazz se celebró el 30 de abril en más de 190 países, con más de cien conciertos, sesiones de improvisación, conferencias, proyecciones y recitales.
En lugares tan improbables como la estación McMurdo, en la Antártida, se escucharon acordes de jazz, en tanto que la tripulación de la Estación Espacial Internacional enviaba desde el espacio un mensaje de paz a todas las naciones que celebraron el Día de la mano de la UNESCO.
En esta ocasión, la ciudad anfitriona del evento internacional fue Osaka, capital japonesa del jazz, en la que 12.000 personas presenciaron el “concierto de todas las estrellas”, que tuvo lugar en el parque público del Castillo de Osaka, emblema de la ciudad. Las más de dos horas de música contaron con la participación de Toshiko Akiyoshi, John Beasley (director musical), Kris Bowers, Dee Dee Bridgewater, Jonathan Butler, Terri Lyne Carrington, Theo Croker, Sheila E., Pete Escovedo, Roberta Gambarini, Kenny Garrett, James Genus, Shuichi Hidano, Roy Hargrove, Lalah Hathaway, Terumasa Hino, Chris Thomas King, Earl Klugh, Takuya Kuroda, Marcus Miller, T.S. Monk, Makoto Ozone, Courtney Pine, Gregory Porter, Troy Roberts, Claudio Roditi, Oumou Sangaré, John Scofield, Wayne Shorter, Esperanza Spalding, Lew Tabackin, Steve Turre, Joe Louis Walker y Dionne Warwick.
Gracias a la retransmisión en video, llevada a cabo a través de los sitios web de la UNESCO, de jazzday.com, del departamento de Estado de Estados Unidos y del Instituto del jazz Thelonious Monk, amantes del jazz del mundo entero pudieron seguir el concierto a distancia. Parte de la recaudación por venta de entradas se destinará a programas de ayuda a las víctimas del terremoto y tsunami que azotó Fukushima en 2011.
El lanzamiento oficial de las festividades tuvo lugar el 29 de abril, con la tradicional ceremonia del sake, en presencia del gobernador de Osaka, Ichiro Matsui, del alcalde de la ciudad, Toru Hashimoto, y del Subdirector General de Planificación Estratégica de la UNESCO, Hans d’Orville, quien subrayó el papel que el jazz desempeña como “poder suave” en el fomento del acercamiento entre culturas y de la diversidad cultural.
Por su parte, el embajador de Buena Voluntad de la UNESCO, Herbie Hancock, presidente del instituto del jazz Thelonious Monk, había instado a todos a disfrutar de la música y del Día: “El jazz envía un mensaje de optimismo y respeto de uno mismo y brinda la posibilidad de llevar a cabo intercambios culturales armoniosos utilizándolo como modelo de diplomacia”. “¡Involúcrense, hay sitio para todos!”, agregó el músico, invitando al público a disfrutar de la música y del concierto. Y así fue.
El 30 de abril, músicos y aficionados del mundo entero celebran el tercer Día Internacional del Jazz. Hace ya más de un siglo que los artistas de todo el planeta empezaron a apropiarse del jazz y a adoptar su espontaneidad y libertad de expresión, jugando con las posibilidades que ofrece para trascender los géneros, deleitándose en sus nexos con la pintura, la danza, el cine, la literatura o la fotografía y celebrando su potencia para construir una música participativa e interactiva, que difumina la frontera entre artistas y público.
Sí, el jazz es mucho más que una música: es un modo de vida, es un instrumento de diálogo e incluso de cambio social. La historia del jazz es la crónica del poder de la música para aglutinar a artistas de culturas y universos diferentes como resorte de integración y respeto mutuo. El movimiento de lucha por los derechos civiles en los Estados Unidos y otras partes del mundo discurrió a ritmo de jazz, al igual que millones de personas cantaron y siguen cantando hoy en día a través del jazz sus deseos de libertad, tolerancia y dignidad humana.
Son los valores que encierra el jazz los que llevaron a la UNESCO a crear este Día Internacional. Este año, de nuevo, autoridades, escuelas de música y salas de espectáculos del mundo entero organizarán o improvisarán centenares de conciertos y manifestaciones. En 2014 la principal manifestación tendrá lugar en la japonesa ciudad de Osaka, donde el jazz extrae su pujanza de una tradición que se remonta a los años 1920 y que ha conservado intacta su energía hasta el día de hoy. Con sus numerosos clubs de jazz y su concurso anual famoso en el mundo entero, Osaka es una de las capitales del movimiento jazzístico moderno.Al elegir esta ciudad para celebrar el jazz, la UNESCO desea también poner de relieve hasta qué punto las influencias culturales e interacciones musicales forjan vínculos entre las culturas que trascienden fronteras y océanos.
En nombre de la UNESCO, quiero saludar a todos nuestros colaboradores que en el Japón y el resto del mundo organizan manifestaciones y se afanan por celebrar el jazz y los valores que encierra, y especialmente a nuestro Embajador de Buena Voluntad, Herbie Hancock, y el Instituto del Jazz Thelonious Monk, que nos acompañan desde el principio. ¡Invito a todos a sumarse a nosotros para difundir el mensaje de energía, paz y comunión a través de la cultura y al son de la música!
Sí, el jazz es mucho más que una música: es un modo de vida, es un instrumento de diálogo e incluso de cambio social. La historia del jazz es la crónica del poder de la música para aglutinar a artistas de culturas y universos diferentes como resorte de integración y respeto mutuo. El movimiento de lucha por los derechos civiles en los Estados Unidos y otras partes del mundo discurrió a ritmo de jazz, al igual que millones de personas cantaron y siguen cantando hoy en día a través del jazz sus deseos de libertad, tolerancia y dignidad humana.
Son los valores que encierra el jazz los que llevaron a la UNESCO a crear este Día Internacional. Este año, de nuevo, autoridades, escuelas de música y salas de espectáculos del mundo entero organizarán o improvisarán centenares de conciertos y manifestaciones. En 2014 la principal manifestación tendrá lugar en la japonesa ciudad de Osaka, donde el jazz extrae su pujanza de una tradición que se remonta a los años 1920 y que ha conservado intacta su energía hasta el día de hoy. Con sus numerosos clubs de jazz y su concurso anual famoso en el mundo entero, Osaka es una de las capitales del movimiento jazzístico moderno.Al elegir esta ciudad para celebrar el jazz, la UNESCO desea también poner de relieve hasta qué punto las influencias culturales e interacciones musicales forjan vínculos entre las culturas que trascienden fronteras y océanos.
En nombre de la UNESCO, quiero saludar a todos nuestros colaboradores que en el Japón y el resto del mundo organizan manifestaciones y se afanan por celebrar el jazz y los valores que encierra, y especialmente a nuestro Embajador de Buena Voluntad, Herbie Hancock, y el Instituto del Jazz Thelonious Monk, que nos acompañan desde el principio. ¡Invito a todos a sumarse a nosotros para difundir el mensaje de energía, paz y comunión a través de la cultura y al son de la música!
Fuente
http://www.unesco.org/new/es/media-services/in-focus-articles/everybody-on-stage-for-international-jazz-day/