domingo, 16 de marzo de 2014

"Suprema felicidad", exposición colectiva en la "Casa del Lago"

Suprema felicidad, exposición colectiva curada por Brenda Caro Cocotle, se exhibe en las instalaciones de Casa del Lago hasta el 27 de abril.

En ella, la reflexión en torno a la noción de felicidad se construye desde dos ángulos: el primero a partir de los discursos vigentes, planteados desde la visión económica de éxito y bienestar (convicción lapidatoria y hasta dogmática); y el segundo, el cuestionamiento constante que trata de dibujar (o desdibujar) el concepto a través de lo que no es.


"Definimos felicidad como aquel estado de bienestar, comenzando por el hecho de estar vivo en vez de muerto". La frase escrita por Tom Stopardd, en el disco conmemorativo por los 40 años de Pink Floyd, aventura una respuesta desde la filosofía kantiana acerca de la que posiblemente sea una de las abstracciones más complejas que el ser humano aspira a comprender. El tema de la felicidad se ha tratado por distintos sectores y disciplinas; desde los cuestionamientos filosóficos hasta asuntos prácticos como el bienestar social. Las formas en las que el ser humano concibe esta noción se extienden como partículas de polvo. Ante lo amorfo, la solidez de los números se impone como factor de certezas.

De ahí que la felicidad, concebida desde distintos ángulos, también haya sido sometida al imperio de los números. El Informe Mundial sobre la Felicidad 2013, publicado por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidas, es un estudio encargado de recopilar información estadística de aproximadamente 150 países. En él se analizan desde las medidas tomadas por los gobiernos para el bienestar de sus ciudadanos, hasta los factores que influyen en el desarrollo individual y la salud mental. Independientemente de los estudios estadísticos, la gradación en torno a la felicidad se remonta a mucho antes. Por ejemplo, las escalas diseñadas por Lyubomirsky y Lepper o Cantril.

Así, obras como las de Eder Castillo y Jason Mena dirigen la crítica política hacia las falsas promesas de bienestar y progreso. En la misma línea, la exposición recibe al visitante con las imágenes en movimiento de una serie de mandatarios que alzan el estandarte del bienestar social, de la "suprema felicidad". Imágenes que se deslizan del falso discurso a la sociedad de consumo. Aparecen en las paredes productos de limpieza, dibujados sin escalas, a tamaño real. El trabajo de Víctor Sánchez Villareal es, desde esta perspectiva, un intento de capturar la sociedad contemporánea. El video inicial también muestra varios grupos de dientes bien formados, que en una sonrisa presentan una Coca-Cola, anuncian una aspiradora o un medicamento. Un ejército de risas, militarmente ejecutadas, también da la bienvenida.

La manera de ser feliz y de estar bien pareciera ceñirse, de modo castrense, a las prácticas sociales. Inconscientes manera de aprehender, de moverse a partir de valores e ideales generalizados y difundidos. La idea de libertad y emancipación guía la obra de Omar Gómez. Sin embargo, más allá de las gradaciones, la felicidad es incomprensible hasta cierto punto. Evidenciar tal premisa es, para Pilar Villela y Chantal Peñalosa, una cuestión plástica. De la misma forma que para Katnira Bello, el bosque y la fotografía son la captación de la inestabilidad, de la "fragilidad del bienestar".

El sabor agridulce que Brenda Caro atribuye al encuentro con el bienestar, radica (en términos de la exposición) en que probablemente, aún no se tiene bien claro qué es lo que se busca.







http://www.cultura.unam.mx/index.html?tp=articulo&id=4643&ac=mostrar&Itemid=&ct=0&titulo=desdibujan-la-felicidad-por-medio-del-arte&espCult=casa-del-lago-juan-jos%EF%BF%BD-arreola