La poesía es una manifestación de la diversidad en el diálogo, de la libre circulación de las ideas por medio de la palabra, de la creatividad y de la innovación. La poesía contribuye a la diversidad creativa al cuestionar de manera siempre renovada la forma en que usamos las palabras y las cosas, y nuestros modos de percibir e interpretar la realidad. Merced a sus asociaciones y metáforas y a su gramática singular, el lenguaje poético constituye, pues, otra faceta posible del diálogo entre las culturas.
Cada año, el 21 de marzo, la UNESCO celebra el Día Mundial de la Poesía y nos invita a reflexionar sobre el poder del lenguaje poético y el florecimiento de las capacidades creadoras de cada persona. De acuerdo con la decisión de la UNESCO, el principal objetivo de esta acción es apoyar la diversidad lingüística a través de la expresión poética y dar la oportunidad a las lenguas amenazadas de ser un vehículo de comunicación artística en sus comunidades respectivas.
Por otra parte, este Día tiene como propósito promover la enseñanza de la poesía; fomentar la tradición oral de los recitales de poéticos; apoyar a las pequeñas editoriales; crear una imagen atractiva de la poesía en los medios de comunicación para que no se considere una forma anticuada de arte, sino una vía de expresión que permite a las comunidades transmitir sus valores y fueros más internos y reafirmarse en su identidad; y restablecer el diálogo entre la poesía y las demás manifestaciones artísticas, como el teatro, la danza, la música y la pintura.
La decisión de proclamar el 21 de marzo como Día Mundial de la Poesía fue aprobada por la UNESCO durante su 30º periodo de sesiones, que se celebró en París en 1999. La UNESCO anima a los Estados Miembros a tomar parte activa en la celebración del Día Mundial de la Poesía, tanto a nivel local como nacional, con la participación de las ONG y de las instituciones públicas y privadas: autoridades locales, escuelas, asociaciones poéticas y culturales, museos, editoriales, etc.
Mensaje de la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, con ocasión del Día Mundial de la Poesía
21 de marzo de 2014
Todos los años, la UNESCO rinde homenaje a quienes mantienen viva la poesía como una de las expresiones más elevadas de la lengua y la cultura. La poesía es un canto de libertad, que permite afirmar la identidad por medio de la creación. La poesía es también el canto de nuestros sentimientos más profundos: «incluso sin saberlo, es poesía toda palabra que viene de la emoción», decía el poeta y diplomático brasileño João Cabral de Melo Neto. Con sus palabras y su ritmo, la poesía da forma a nuestros sueños de paz, justicia y dignidad, y nos da la fuerza y la voluntad de movilizarnos por ellos.
Todos los pueblos de la historia han desarrollado y practicado alguna forma de poesía, bien para transmitir oralmente sus conocimientos, sus mitos e historias -los Vedas y el Ramayana en la India, la Biblia de los hebreos, la Ilíada y la Odisea en Grecia y otros muchos textos filosóficos y religiosos-, bien para expresar sus sentimientos, hablar de la vida cotidiana, hacer frente a las adversidades o divertirse. En la actualidad, las formas contemporáneas de la poesía, desde el grafiti hasta el slam, permiten a los jóvenes adentrarse en su práctica y renovar la, y abren la puerta a un nuevo espacio de creación. Las formas cambian, pero el impulso poético permanece intacto. Shakespeare describía la poesía como «esa música que todo hombre lleva en sí» y, siglos después, el jazzista Herbie Hancock, Embajador de Buena Voluntad de la UNESCO y designado profesor de poesía de la Universidad de Harvard de 2014, leerá precisamente su texto sobre «La sabiduría de Miles Davis», en el que evoca las afinidades entre la poesía, la literatura y la música.
Como expresión profunda del espíritu humano, como arte universal, la poesía es una herramienta de diálogo y acercamiento. Al dar acceso a la expresión auténtica de una lengua, la difusión de la poesía contribuye al diálogo entre las culturas y al entendimiento mutuo. Así lo comprobamos en el fervor con el que los pueblos celebran el patrimonio cultural inmaterial, las lenguas maternas y la diversidad cultural, ámbitos en los que la poesía desempeña siempre un papel fundamental. Por ello, la UNESCO alienta e insta a apoyar a los autores, traductores y artesanos de la poesía y a extraer de sus obras el gusto por la belleza y la inspiración para la paz.