El público del Teatro de la Ciudad ovacionó al investigador emérito del INAH, a quien el secretario de Cultura del DF calificó como “una especie de héroe cultural”.
Recibió el reconocimiento de manos de la fundadora del Festival México Centro Histórico, Francesca Saldívar.
Eduardo Matos Moctezuma, el legendario arqueólogo que liberó los restos del principal recinto ceremonial de lo que fue México-Tenochtitlan, dedicó la Medalla al Mérito Ciudadano 2014 que le fue entregada el domingo 16, a todos los colaboradores del Proyecto Templo Mayor, quienes durante 36 años han aportado nuevos conocimientos sobre el pasado prehispánico.
De pie, el público del Teatro de la Ciudad Esperanza Iris ovacionó al investigador emérito del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), de 73 años de edad, a quien el secretario de Cultura del Distrito Federal, el antropólogo Eduardo Vázquez Martín, calificó como “una especie de héroe cultural”.
“Como él mismo lo ha dicho, los viejos dioses se han negado a morir y en el Templo Mayor, Eduardo Matos nos ha revelado otros rostros de Tláloc, dios de la lluvia; de Huitzilopochtli, dios solar triunfador de las guerras floridas; de la diosa lunar Coyolxauhqui, sacrificada y desmembrada; de Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, y otras presencias de Ehécatl, dios del viento”.
El Templo Mayor, dijo Eduardo Vázquez, “es el escenario de la danza cósmica” y gracias al arqueólogo Matos Moctezuma los mexicanos “recobramos una parte imprescindible de nuestro pasado, enterrado durante siglos. Gracias a él la eterna danza de nuestros dioses nos acompaña ahora, aquí se hace presente para enlazarse a las danzas vivas de nuestro tiempo”.
Antes de recibir el reconocimiento de manos de Francesca Saldívar, fundadora del Festival México Centro Histórico —que celebra su trigésima edición—, el presidente del patronato, Fernando Estrada, recordó la fascinación que provocó en Matos la lectura sobre los hallazgos de las momias de los faraones egipcios.
Matos les comunicó a sus padres el deseo de estudiar arqueología y éstos lo conminaron a estudiar en la Escuela Bancaria y Comercial por las mañanas. Por fortuna para la arqueología, la decisión del entonces joven estudiante ya había sido tomada.
“Su labor y probados esfuerzos a su vocación, enaltecen su compromiso y lo proyectan como el gran investigador que hurga en nuestro soterrado pasado en busca de reveladores hallazgos que sean el puente de comunicación con nuestro presente”, expresó Fernando Estrada.
Además de agradecer a Cristina King, directora del festival, y a la Comisión Especial para la entrega de la Medalla al Mérito Ciudadano de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Eduardo Matos, maestro en Ciencias Antropológicas, compartió este reconocimiento con sus colegas del Proyecto Templo Mayor.
“Durante 36 años ha pasado por el Templo Mayor todo tipo de especialistas y sobre todo los trabajadores manuales que nos han ayudado —algunos a lo largo de todo este tiempo— como parte del INAH. Me siento muy orgulloso y a nombre de ellos recibo la presea”, manifestó el autor de Muerte a filo de obsidiana y Grandes hallazgos de la arqueología. Acto seguido, el auditorio disfrutó de la actuación de la compañía de danza británica Akram Khan.
Entre otras distinciones, Eduardo Matos recibió en 1981 las Palmas Académicas que otorgan universidades de Francia y ocho años después el Honoris Causa de la Universidad de Colorado, en Boulder. En 2002 le fue entregada la Medalla Henry B. Nicholson de la Universidad de Harvard, por la excelencia en la investigación de estudios mesoamericanos.