sábado, 23 de noviembre de 2013

Exhiben Lo maravilloso real: Arte de México, 1926-2011 (The Marvellous Real) en Vancouver

La colección se representa en la Universidad de British Columbia, en Canadá.

Está conformada por 55 piezas las cuales fueron distribuidas en cinco núcleos temáticos entre ellos Día de muertos y La fiesta de la piñata.

Muestra la obra de creadores clásicos como el Dr. Atl, Leonora Carrington, Jean Charlot, Juan O’Gorman, Alice Rahon, David Alfaro Siqueiros, Juan Soriano, y Rufino Tamayo, y 

Artistas contemporáneos entre los que figuran Carlos Amorales, Sandra Cabriada, Claudia Fernández, Adela Goldbard y Francisco Toledo.

Lo maravilloso real: Arte de México, 1926-2011 (The Marvellous Real) es la muestra que exhibe 55 piezas de artistas mexicanos y que yuxtapone a creadores clásicos como el Dr. Atl (Gerardo Murillo), Leonora Carrington, Jean Charlot, Juan O’Gorman, Alice Rahon, David Alfaro Siqueiros, Juan Soriano, y Rufino Tamayo, frente a artistas contemporáneos entre los que figuran  Carlos Amorales, Sandra Cabriada, Claudia Fernández, Adela Goldbard, Yishai Jusidman, Alejandro Santiago y Francisco Toledo.
 
El punto de partida temático fue la noción creada por el escritor y novelista Alejo Carpentier (Lausana Suiza, 26 de abril 1904- París, Francia, 24 de abril, 1980) en 1949 de “lo real maravilloso”.
 
La curadora de la muestra Lo maravilloso real: Arte de México, 1926-2011 (The Marvellous Real) es Nicola Levell, investigadora del Departamento de Antropología de la Universidad de British Columbia, donde se encuentra el Museo de Antropología, que alberga la exhibición, quien en entrevista destacó que la exposición ha sido muy bien recibida por el público local, pues sólo en la apertura de la misma, el pasado 1 de noviembre, contó con una asistencia de 500 personas. Posteriormente el promedio se ha mantenido en 200 visitantes por día.

La cuidad de Vancouver está ubicada en la costa pacífica de Canadá, perteneciente a la provincia de Columbia Británica, a cual cuenta con una población de 2 millones 313 mil 328 habitantes.

Nicola Levell explicó que la museografía fue dividida en cinco temas que abarcan tanto el periodo histórico señalado en el título, como el desarrollo de los propios autores elegidos. Al mismo tiempo, el montaje se separa del convencionalismo empleado generalmente en ese tipo de exhibiciones de presentar a las piezas dentro de un espacio determinado como “objetos” invitados.
 
“Para esta muestra, que es la primera en su tipo que se presenta en Vancouver, Canadá, desarrollamos una propuesta en la cual el visitante experimentará una auténtica inmersión en la época y en la propuesta artística correspondiente, a través de la interacción con elementos extrapolados al contexto museístico, como imágenes, sonidos, música y desde luego video. Por ejemplo en una de las salas de comienzo tenemos la proyección  de la figura de Alejo Carpentier, proveniente de un pietaje original que nos proporcionó la Fundación que lleva su nombre, cuya proyección es acompañada por la voz del propio autor, quien describe sus ideas acerca de lo real maravilloso.
 
“De este modo inicia el recorrido por un periodo de tiempo específico, que fue elegido de manera tal que pudiera contener algunos de los momentos más representativos del arte contemporáneo en América Latina, en cuyo contexto México ha sido un punto central para su desarrollo, de hecho el propio Alejo Carpentier propuso esta idea en ese país. En años posteriores encontramos a artistas plásticos que dieron continuidad a sus ideas o que bien las tomaron como punto de partida para su propia creación, lo cual consideramos es muy interesante y fundamental para el desarrollo de expresiones contemporáneas”.
 
Nicola Levell refirió que el proceso de selección de los autores y las obras que conforman esta colección estuvo siempre ceñido a las nociones surgidas del concepto de lo “real maravilloso”, así que se crearon cinco núcleos temáticos entre éstos el referente a la mitología de los personajes creados por los artistas, quienes no necesariamente tenían que haber nacido en México, sino desarrollar su trabajo en este país, para de esa forma otorgan a la lectura general de la muestra un alcance verdaderamente continental.
 
No se trata de retomar aspectos nacionalistas –señaló Nicola Levell-- sino de explorar el significado de lo real maravilloso en el contexto del arte latinoamericano a través de los años que van desde 1926, marcado por la creación del propio concepto, hasta el 2011, cuyo momento está dominado por la experimentación y la colaboración entre autores provenientes de diversas expresiones, con el hecho de que de nueva cuenta México es el territorio propicio para su desarrollo.
 
“Para esta parte del trabajo de curaduría, podemos mencionar a Diego Rivera y su faceta como muralista porque en sus cuadros incluyó elementos provenientes de la época precolombina, una crítica a la política y sus actores, así como la lucha de clases en el continente. Se trata entonces de un intercambio y mezcla de ideologías expresadas a través del arte de un modo magnífico, que muestra elocuentemente el postulado general de Alejo Capentier, su vigencia y la forma en que ha trascendido el tiempo hasta llegar a nuestros días, que es otro planteamiento del trabajo de curaduría de la muestra, y que, al propio tiempo, explica la presencia de artistas como Francisco Toledo.
 
“Al lado del trabajo de Diego Rivera, otros autores desarrollaron sus propias líneas expresivas, en un franco alejamiento del surrealismo, que dominaba el arte en aquellas primeras décadas del siglo XX, al cual criticaron severamente a través de sus obras. Así, efectivamente, las piezas representan una parte de la historia del arte, pero sobre todo son una manera de resaltar el entremezclado de ideas, conceptos y expresiones existentes en el sur del continente.
 
Es una exhibición –precisa la curadora-- más bien evocativa y expresiva, una forma de regresar a las raíces de este movimiento, por eso la museografía incluye también fotos de diversos momentos del periodo de tiempo abarcado, para de esa manera acentuar la experiencia de inmersión en las salas del museo, es una forma de otorgarle una renovada dimensión a lo real maravilloso.
 
Para Nicola Levell, esta propuesta debía incluir también la presencia de la música, pues Alejo Carpentier era musicólogo, que es una expresión que se ha visto influida a lo largo del tiempo de lo real maravilloso. Esto lo resolvió con la inclusión de algunas piezas de Federico Álvarez del Toro, cuyo estilo está lleno de referencias a este concepto. La forma en que reproducen su música en la muestra es a través de un iPad conectado a la bocina de gramófono –uno de los primeros reproductores de audio en la historia-.
 
El propósito de esta combinación entre un dispositivo contemporáneo y uno antiguo es la de acentuar en el contexto de la exhibición la noción de lo real maravilloso y su presencia en la actualidad.

“Insisto en tratar a esta muestra como una propuesta que interconecta tanto a autores de épocas distintas como a recursos expresivos diversos, que van de la fotografía a la instalación y los recursos multimedia. Incluso contamos con un ‘Árbol de la vida’, proveniente del estado de Puebla, pues con ella destacamos la multitud de interpretaciones y las raíces que subyacen en esta maravillosa apreciación que tuvo Alejo Carpentier de su contexto artístico. Es una celebración de lo real maravilloso.
 
“Lo que hizo con esta idea fue marcar un momento en la historia del arte en América Latina definitorio en su desarrollo, pues propuso un cambio en la manera de ver a las expresiones con que los autores contemporáneos suyos realizaban su trabajo, es decir, re imaginó cómo podrían ser estas obras. También fue más allá del realismo mágico, otra noción muy importante para el contexto del sur del continente, por lo que también considero es muy interesante incluir a los artistas actuales, pues ellos han renovado esta noción y la han reasimilado a la época actual, lo cual es muy valioso de ver una sólo muestra”.
 

La muestra fue desarrollada con el apoyo de la Colección FEMSA, la Agencia Mexicana de Cooperación International Para el Desarrollo, el Consulado General de México en Vancouver, la Ollin Mexican Canadian Association for Arts, Culture and Education, y la Fundación Alejo Carpentier