Con un marco polémico y sin hacer alarde de demasiada tecnología, se dieron por iniciados los Juegos Olímpicos de Invierno 2014 en Sochi. Durante la inauguración el comité organizador presentó muestras representativas que la cultura rusa ha hecho a la humanidad en danza, literatura, tradiciones e historia,
Enmarcado en escenarios voladores o a través del piso del estadio olímpico convertido en una pantalla que proyectaba imágenes que servían para que actores y bailares contaran con el marco que permitía contar las historias desde la épocas de los zares pasando por la revolución rusa, la posguerra y su crecimiento industrial hasta la Rusia Moderna.
El fuego olímpico en sus últimos metros fue portado por deportistas de que ganaron competiciones tanto en juegos de verano como de invierno. La llama olímpica llegó al estadio de manos de la tenista María Sharápova, que vivió varios años en Sochi, a la que siguió la doble campeona olímpica en los juegos de verano, la saltadora con pértiga Yelena Isinbáyeva, quien le cedió el turno al legendario luchador Alexandr Karelin, triple campeón olímpico, y a la campeona olímpica de gimnasia rítmica, Alina Kabáeva.
Dos leyendas del deporte de la era soviética, el portero de hockey sobre hielo Vladislav Tretiak y la patinadora Irina Rodniná, han encendido el pebetero en la ceremonia de inauguración de Sochi 2014. Los veteranos relevistas portaron en el estadio Fisht la misma antorcha que en noviembre pasado viajó por primera vez en la historia de unas olimpiadas a la Estación Espacial Internacional.