Río de Janeiro (EFE). El escritor mexicano Octavio Paz, Nobel de literatura 1990, "ha mejorado" su portugués con la traducción de tres ensayos incluidos en el volumen "La búsqueda del presente", que se presentó el 29 de marzo en Río de Janeiro.
Eduardo Jardim, filósofo y escritor brasileño apasionado por la literatura hispana y, especialmente, por los textos de Octavio Paz (México 1914-1998), llamó a la viuda del autor de "El laberinto de la soledad" para pedirle permiso para traducir algunas de sus obras al portugués.
Consiguió vía libre y se volcó en esta aventura "arriesgada", que presenta hoy en el Instituto Cervantes de Río de Janeiro.
"Ya existen muchas obras de Octavio Paz traducidas al portugués, pero creo que aún no es suficientemente reconocido", explica Jardim en una entrevista con Efe.
"He querido darle más voz, que los más de 200 millones de hablantes de portugués puedan leer estos textos", añade.
Los ensayos escogidos son "Poesía de soledad y poesía de comunión" (1943), sobre San Juan de la Cruz y Francisco de Quevedo; "Estrella de tres puntas: el Surrealismo" (1954), con una visión particular sobre el legado de ese movimiento artístico, y "La búsqueda del presente" (1990), el texto que leyó Paz cuando recibió el Premio Nobel de Literatura.
"He escogido estas tres obras porque demuestran su evolución. Cada una es de un momento distinto, pero muestran cómo Paz tiene siempre como objetivo esclarecer el presente", continúa el escritor brasileño.
Jardim admite que traducir los textos de Paz al portugués respetando su espíritu no ha sido tarea fácil y relata anécdotas como la conservación de la palabra "gracias" en el discurso de aceptación del Nobel.
"Gracias", explica, es una palabra que asombra por sus diferentes sentidos, motivo por el cual decidió no traducirla al portugués como "obrigado" porque "perdería su esencia".
"A Octavio Paz no se le puede traducir literalmente, lo especial es lo que quiere expresar, el sentido de su obra", afirma Jardim.
El propio Paz, cuyas obras han sido traducidas a decenas de idiomas, fue también un reconocido traductor.
De hecho, según apunta la hispanista china Shihua en el documental "El laberinto de Octavio Paz", sus traducciones se encuentran entre lo mejor de su obra literaria porque se centró en "versiones impecables que captan el espíritu original, sin empeñarse en una traducción literal".
Por eso, añade Jardim, "al traducir a Paz he sentido una gran responsabilidad, pero te lo hace fácil, su manera de escribir deja en el aire el sentido del texto y tú sólo tienes que plasmarlo".
La política marcó también la vida del escritor mexicano, desde su acercamiento al marxismo en sus comienzos hasta su desencanto paulatino con la izquierda, que le llevó a un enfrentamiento con el chileno Pablo Neruda cuando ambos eran dos referentes de la literatura hispanoamericana.
La visión de Octavio Paz sobre política es "sensata", opina su traductor al portugués, que rescata su carácter "provocador", pero siempre "fiel a sus ideas".
Esta adhesión a sus principios le obligó a dejar su cargo como embajador de México en la India tras la matanza de estudiantes en Tlatelolco en 1968, la decisión que, según Jardim, mejor describe la actitud de Paz respecto a la política.
La presentación de "La búsqueda del presente" y la proyección, por primera vez en Brasil, del documental "El laberinto de Octavio Paz", servirán para repasar con detalle la vida del genial escritor mexicano.