A un día de que se cumplan 80 Años de su inauguración, el Palacio de Bellas Artes fue celebrado con música, danza y teatro por 75 mil personas. El domingo 28 de septiembre, durante cerca de diez horas, los visitantes disfrutaron desde los sorpresivos flashmobs hasta el videomappingproyectado en la fachada principal del edificio, pasando por los espectáculos gratuitos en la explanada del recinto y en distintos puntos de la Alameda Central.
Mientras en la Sala Principal del Palacio se presentaron la Orquesta Sinfónica Nacional, la Compañía Nacional de Danza –con la última función de Sueño de una noche de verano– y el Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández, afuera todo comenzó con un flashmob en el que participaron cerca de 320 estudiantes de las escuelas del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), quienes junto con el público cantaron Las mañanitas al recinto y corearon frases como ¡ochenta, ochenta! y ¡Bellas Artes, Bellas Artes!
Ataviados con vestuario multicolor y paraguas, los jóvenes entusiastas recorrieron la explanada del Palacio invitando al público a la celebración, después de que sorprendieron a los asistentes tras quedarse congelados durante algunos minutos.
El segundo flashmob, una coreografía masiva, fue realizado por alumnos de las escuelas nacionales de Danza Clásica y Contemporánea, Danza Folklórica, y Danza Nellie y Gloria Campobello, así como del Centro de Investigación Coreográfica, todas ellas del INBA.
Bajo la coordinación de la maestra y coreógrafa Alicia Sánchez, los estudiantes presentaron una coreografía al ritmo de diversos géneros, entre los que predominó la música del trópico al estilo de la Sonora Matancera.
Entre el Palacio de Bellas Artes y la Alameda, los bailarines ejecutaron lo mismo pasos de danza folklórica, clásica, contemporánea, flamenco y bailes finos de salón, acompañados por las palmas del numeroso público.
Gran expectación causó ente la gente la entrada de Aziz Gual cuando él y su equipo recorrieron el perímetro de la explanada del Palacio de Bellas Artes para invitar a los ahí reunidos a unirse a la fiesta por el 80 Aniversario de la inauguración de este emblemático edificio. Payasos y músicos, todos maquillados, crearon una algarabía.
El grupo de payasos que acompaña a Aziz Gual, de tan singular, parece sacado de una novela gótica, de una película gore o de la imaginación de un escritor especialista en temas fantásticos. “Pura payasada, pura tontería”, dijo un clown que incitó a la gente a gritar y a reír. Los aplausos y las risas se escucharon por doquier.
El espectáculo también pudo ser admirado por los comensales que se encontraban en la tienda departamental ubicada justamente frente al Palacio de Bellas Artes, y al igual que la gente reunida en la explanada, se divertían y gozaban como niños.
Aziz Gual emocionó y divirtió por entero a niños, adolescentes y adultos. La manera de expresarse de los participantes en este espectáculo es directa y certera a las emociones de la gente. Se atreven a todo, incluso a bailarbreakdance y a hacer malabares y acrobacias. Al parecer casi nada es imposible en sus espectáculos.
Mientras comenzaba la función de Aziz Gual, diversos espectáculos también iniciaban en diferentes puntos de la Alameda, principalmente alrededor de las fuentes. A un costado del Monumento a Beethoven, el grupo Los Vega ofrecieron lo mejor de su repertorio de son jarocho con la aprobación del público.
Durante el recorrido a la Alameda, los visitantes se quedaban paulatinamente en el escenario donde se desarrollaba el espectáculo que más les agradó. Las familias con niños más pequeños, por ejemplo, decidieron ver alguna de los dos obras de marionetas: Benito y Guataru, con Perro Teatro, y Una luna entre dos casas, a cargo de Marionetas de la Esquina. Los niños miraban divertidos y asombrados los movimientos de los personajes y seguían la historia con atención.
En el quiosco, la Orquesta de Alientos del Conservatorio Nacional de Música del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) interpretó un programa de música de concierto internacional y mexicana. Danzón núm. 2 de Márquez y Huapangode Moncayo fueron las piezas más aplaudidas. “Yo conozco esa”, le comentó emocionada una niña a su madre al escuchar los primeros compases de la obra de Moncayo.
“Es muy importante festejar al Palacio, porque además es la máxima casa en México para los músicos. Nosotros nos hemos presentado en la Sala Manuel M. Ponce”, comentó en entrevista, antes del inicio del concierto, el director de la orquesta, Patricio Méndez. Más tarde, en el quiosco se presentó el grupo de música afrocaribeña Son de Aquí.
Tragedia sobre ruedas de Teatro entre 2 se desarrolló sobre bicicletas alrededor de la Alameda. El público siguió, literalmente, a los interpretes durante la historia y por diversas partes del parque.
Las hijas del cardenal en: Mojada power, de Darma Producciones y MiroArte Teatro, fue uno de los espectáculos que más risas causó en la tarde. La historia de dos cantantes ilegales hizo reír a los asistentes, entre los que se encontraban adultos mayores, parejas y grupos de jóvenes, y niños.
Con un lenguaje escénico poco tradicional, el montaje de Verdades como puños, presentado a espaldas del Hemiciclo a Juárez, atrajo sobre todo a jóvenes que fueron atrapados por el discurso de la obra y su crítica social.
Izmir Gallardo actuó y dirigió Divertimento clown, una pieza en la que recurre a herramientas tradicionales del género con talento y originalidad. Máscara vs. Cabellera, a cargo de la compañía Al Rescate, fue escenificada a un costado de la entrada del Laboratorio Arte Alameda. El público, integrado principalmente por jóvenes, disfrutó de esta obra en la que se fusiona la lucha libre, la danza, el teatro, y la cultura popular.
La Compañía de Teatro de la Universidad Veracruzana escenificó alrededor de una de las fuentes Estridentópolis, por primera vez en la Ciudad de México. En este montaje se aborda a los estridentistas, grupo de escritores y artistas mexicanos que, gracias a su obra, forman parte de la historia de la vanguardia artísitica mundial del siglo XX.
La lluvia vespertina no evitó la participación de la Academia de la Danza Mexicana del INBA, que presentó una pieza coreográfica basada en los poemas Espiral y Viento, entre otros de los compendiados en el libro Libertad bajo palabra de Octavio Paz, con la cual también homenajearon al escritor a 100 Años de su nacimiento.
Con un cuerpo de baile de casi 400 bailarines, la pieza dancística giró alrededor de las ideas de metamorfosis y amor, con las cuales las bailarinas-flor danzaron para convertirse en mujeres y encontrar a sus parejas. La presentación estuvo a cargo de los alumnos de último grado de la licenciatura en danza contemporánea, bajo la dirección artística de Lydia Romero.
La lluvia cesó y dio paso a una lluvia de papeles picados con la imagen del Palacio de Bellas Artes, disparados desde dos cañones instalados a los costados de la explanada del Palacio. La lluvia plateada de miles de papeles voló por los aires, y estos fueron a posarse en quienes aún conservaban abiertos sus paraguas.
Los cientos de personas que permanecieron en la explanada para apreciar el espectáculo de Aziz Gual recibieron con agrado este regalo que suavemente caía sobre ellos. Todos se apresuraron a recolectar las pequeñas figuras que caían en cascada, un recuerdo que, muchos dijeron, conservarán y les servirá para demostrar que estuvieron presentes en el festejo del 80 Aniversario del Palacio de Bellas Artes.
La apoteosis del festejo llegó cerca de las 20:30 horas, con la inauguración oficial del videomapping del Palacio de Bellas Artes. Tras la pertinaz lluvia que no logró ahuyentar a los presentes, el cielo se abrió y solo algunas nubes blancas sirvieron como escenografía natural al espectáculo de luces y música.
Antes de las 20:00 horas, la iluminación del Palacio se apagó para dar paso poco a poco a la proyección multicolor de la celebración ante la mirada atónita del público que colmó la explanada y las calles aledañas al recinto.
Una fiesta de luces multicolores bañó el mármol de carrara del Palacio para vestirlo de las imágenes más alucinantes que fascinaron a grandes y chicos, entre ellas la cortina de cristal de Tiffany de la Sala Principal.
Parte de esta proyección de alta tecnología, que duró cerca de ocho minutos, incluyó los rostros de los más grandes artistas que han dado vida al Palacio a lo largo de ocho décadas: Carlos Chávez, Diego Rivera, José Clemente Orozco, Frida Kahlo, David Alfaro Siqueiros, Pablo Picasso, María Callas, Giuseppe Di Stefano, Luciano Pavarotti, María Félix y Agustín Lara, entre muchos otros.
Publicado INBA