Berlín, 5 de abril, 2017 (Notimex). La búsqueda de los vestigios culturales de México en Europa llevó al investigador Miguel Gleason a descubrir el paradero de un descendiente del emperador Moctezuma y otro de Hernán Cortés en Europa.
En entrevista exclusiva con Notimex en Berlín, el investigador mexicano precisó que ambos descendientes viven en Europa. El de Moctezuma vive en España y el de Cortés reside en Roma, Italia.
Gleason es el autor del Catálogo de Arte "México Insólito en Europa", el único libro que compendía los vestigios culturales prehispánicos y novohispánicos. Presentó el libro esta semana en Berlín, en el marco del Año Dual México-Alemania.
"La tarea de reunirlos duró 14 años y además del libro con fotografías a color de las piezas, hay una presentación multimedial. El prólogo de libro lo escribió el reconocido historiador mexicano Miguel de León-Portilla. Su presentación se inserta en el Año Dual México-Alemania", relató.
Gleason estableció contacto con los descendientes de Moctezuma y Cortés en Europa como parte de la tarea de investigación del libro "México Insólito" y de la investigación "Tlaxcala en Europa".
El descendiente de Moctezuma vive en la localidad española de Cáceres y manifestó en entrevista con Gleason que su objetivo era reivindicar la memoria de su ancestro, al que consideró que con frecuencia se lee en México en forma negativa.
El descendiente del emperador indígena escribió asímismo un libro que se tituló "Moctezuma", en el que a la visión de ser el emperador que perdió Tenochtitlán a manos de los españoles liderados por Hernán Cortés, sumó sus logros.
En el libro, ese descendiente de Moctezuma, José Miguel Carrillo de Albornoz, destacó logros del emperador como la consolidación del Imperio azteca y la realización de nuevas conquistas.
Es ahí donde entra el papel jugado por Tlaxcala, un pueblo al que Moctezuma –de acuerdo a la versión de su descendiente— no consiguió dominar y que jugó el papel de fiel de la balanza al hacer frente común con los españoles.
En la población de Cáceres, de donde Carrillo de Albornoz es oriundo, sus ancestros construyeron el Palacio Toledo Moctezuma.
Cuenta con un árbol genealógico que muestra que el parentesco con el emperador azteca proviene de una hija de éste, la princesa Isabel de Moctezuma, quien se casó con un español. Hay otros descendientes de Moctezuma en México, pero los de Cáceres provienen en línea directa de la princesa Isabel de Moctezuma.
El descendiente de Cortés se llama Olivier Doria D‘Angri y vive en Roma. "Lleva el apellido de su padre, un noble de abolengo de Europa. Su madre es la que era descendiente directa de Cortés".
"Lo interesante es lo que ellos dicen relacionado con Tlaxcala. El descendiente de Hernán Cortés habla muy bien de Tlaxcala mientras que el de Moctezuma sostiene la posición contraria".
Tlaxcala era uno de los pueblos sometidos por los aztecas, pero no lo estaba por completo. No estaban de acuerdo en estar pagando los tributos, hubo muchas guerras entre ellos. Los tlaxcaltecas eran muy aguerridos y no se dieron por vencidos.
Ambos pueblos provenían de la misma raza y de la misma cultura y hablaban la misma lengua, el náhuatl. Gleason apuntó que cuando llegaron los españoles, los tlaxcaltecas primero los combatieron.
Sin embargo, reconocieron que los recién llegados tenían armas de fuego y caballos, lo que era desconocido en el mundo precolombino. Reconocieron asimismo que los españoles querían combatir a los aztecas, de manera que "un enemigo de mi enemigo, es mi amigo".
Se produjo entonces una alianza estratégica entre los españoles y los tlaxcaltecas para vencer a los aztecas.
Gleason consideró que si los tlaxcaltecas no se hubieran unido con los españoles, la guerra contra los aztecas hubiera durado mucho más tiempo antes de culminar en la victoria de los españoles. Hubieran esperado la llegada de más tropas y seguirían teniendo fuertes ventajas con las armas de fuego y los caballos.
El siguiente proyecto de Gleason, si encuentra el apoyo necesario, es llevar a esos dos descendientes de Moctezuma y Cortés a México, para llevar a cabo el encuentro en el lugar en que sus ancestros se conocieron, lo que ahora es el Zócalo capitalino.