Buenos Aires, abr (EFE).- Intelectual, Nobel frustrado, filósofo, traductor. Muchas son las etiquetas que se pueden atar al escritor argentino Jorge Luis Borges, un personaje que, además de escapar a los límites de la literatura, fue y es lugar de revisión para artistas de otros ámbitos, incluidos los caricaturistas.
No es fácil retratar el caleidoscopio que era Borges desde una sola perspectiva. Por ello, desde este mes, a punto de cumplirse 31 años de su muerte, los muros del museo de arte gráfico e ilustración más importante de Buenos Aires, el Museo del Humor, se han llenado de creaciones gráficas que repasan desde la relación entre Borges e internet hasta sus lazos con los referentes culturales de la época.
"Fue una persona muy interesante para el artista plástico, para el caricaturista (...) en el sentido de que fue un personaje", explicó a Efe Hugo Maradei, director del Museo del Humor de Buenos Aires, que acoge hasta el 14 de mayo la muestra "Borges Ilustrado".
"Aparte de su gran valor literario, él era una persona conflictiva, políticamente incorrecta y que decía lo que se le venía a la mente y, en su tiempo, era muy nombrado por ese tipo de situaciones", amplió.
La exhibición mezcla tanto los dibujos y caricaturas que retratan a Borges (1899-1986) como figura pública, como varias ilustraciones que, de una manera o de otra, se relacionan con su obra.
Entre las piezas expuestas destacan las xilografías realizadas por Antonio Berni, gran referente de la pintura argentina del siglo XX, para una edición en español de "Hojas de hierba" de Walt Whitman que fue traducida por el autor de "El aleph".