Nuakchot, 8 de febrero, 2017 (EFE). Miles de manuscritos antiguos que han sobrevivido siglos enteros en Chinguetti, en el corazón del desierto mauritano, van a ser digitalizados y así salvados gracias a un proyecto financiado por la Agencia Española para la Cooperación Internacional y el Desarrollo (AECID).
El proyecto, que tiene un presupuesto de 80,000 euros y terminará en abril de 2018, se propone salvar cerca de 5,000 manuscritos del desgaste del viento, el sol y la humedad de Chinguetti, una de las cuatro ciudades caravaneras de Mauritania inscritas en el Patrimonio Mundial de la UNESCO y que hoy es solo sombra de lo que fue.
Fundada en el año 776 d.C., Chinguetti se encuentra en medio de una zona de enormes dunas de arena en movimiento lento pero constante, que amenazan con tragarse esta ciudad histórica situada a 516 kilómetros al este de Nuakchot.
La ciudad ha sido nombrada en el pasado como "la Meca mauritana", "la séptima ciudad santa del islam" o "la ciudad de las bibliotecas", y de su glorioso pasado conserva su emblemática mezquita de piedra, todavía en funcionamiento, mientras que la arena ha invadido la mayor parte de la ciudad antigua, prácticamente abandonada.
El proyecto de preservación de los miles de manuscritos de la ciudad de los sabios será gestionado conjuntamente por el Ayuntamiento de Chinguetti, la Asociación de Bibliotecas Familiares, la Fundación mauritana de preservación de las ciudades antiguas y el Instituto mauritano de investigaciones y formación de patrimonio.
El comité de pilotaje del proyecto ha examinado esta semana en Nuakchot una presentación en la que se establecieron las necesidades de las bibliotecas y de un laboratorio común que pueda encargarse técnicamente de la digitalización, según explicó a Efe Inés Diego Zapata, responsable de programas en la oficina mauritana de AECID.
El proyecto consiste en digitalizar el máximo número de los 5,000 manuscritos censados y repartidos en 16 bibliotecas de Chinguetti, según explicó la responsable española.
La usura del tiempo, la venta incontrolada a cazadores de tesoros bibliográficos o el mero abandono han hecho desaparecer una cantidad incalculable de documentos antiguos, pero son cerca de 5,000 los que han quedado celosamente guardados en bibliotecas familiares que siempre han sido conscientes del valor de lo que poseían.
Algunos manuscritos datan del siglo IX y están escritos sobre hojas hechas con piel de gacela, encuadernadas luego con piel de cabra (los dos animales más abundantes en la región).
Los documentos tratan de cuestiones tan diversas como el Corán, la astronomía, la literatura, la poesía o la medicina, aunque lo que más abunda son los libros religiosos.
Para el encargado de asuntos culturales de la Embajada de España en Nuakchot, Alejandro Fernández-Mazarambroz, el proyecto de salvaguarda de los manuscritos llega en un momento en que se perfila unas nuevas posibilidades turísticas en las regiones del desierto mauritano, donde la seguridad ha mejorado en los últimos años.
El turismo europeo era relativamente abundante a principios de siglo en las ciudades caravaneras de Mauritania (Chingetti, Walata y Wadán), donde llegaban viajeros en busca de una aventura en el desierto, pero los ataques terroristas de 2007 en todo el país, y particularmente el secuestro de tres turistas españoles en 2009, frenaron brutalmente este despegue turístico.
Chinguetti fue durante siglos la ciudad más importante de Mauritania, cuando el comercio interafricano se realizaba principalmente en las rutas caravaneras interiores: Chinguetti, como Tombuctú (en Mali) era un importante cruce por el que viajaban hacia el Magreb árabe camellos cargados con oro, marfil o esclavos, mientras que los que viajaban al sur llevaban sal y tejidos.