La capilla del templo de la Inmaculada Concepción conocido como La Conchita se encuentra en su etapa final y decorativa, por lo que se espera que la primera semana de diciembre de este año queden concluidos los trabajos de restauración.
Así lo anunció Raúl Delgado Lamas, director de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural del Conaculta, en entrevista concedida en el inmueble considerado patrimonio histórico del Centro de Coyoacán.
“Estamos terminando el atrio y lo estamos nivelando. El templo ya está cimentado, está seguro, con estructura metálica más resistente. La fachada se venía como rebanada de pastel y la jalamos hacia atrás lo más que se pudo para regresarla a su lugar”.
Explicó que con estas obras se buscaron dos principios: resguardar o recuperar la integridad del monumento y por otro lado, mantener su originalidad y autenticidad, por lo que no se afectó ni la geometría, ni sus formas.
“La bóveda estaba craquelada y todo el perímetro lo fajamos con fibra de carbón. Es el primer edificio histórico en el que hacemos esto aprovechando la tecnología del siglo XXI de una manera muy pensada, comedida y respetuosa”.
Destacó que el experto en mecánica de suelos Enrique Santoyo Villa fue el responsable de diagnosticar y encontrar la solución al problema de hundimiento que presentaba La Conchita, similar a lo ocurrido en la Catedral Metropolitana.
Por ello, se optó por la creación de una plataforma rígida a 2.50 metros de profundidad, conformada por vigas unidas a una membrana de concreto para reforzar el subsuelo, lo que permite que toda la construcción se mantenga en una sola pieza.
El arquitecto recordó que existía un riesgo real de colapso del inmueble y fue gracias a las acciones preventivas que la estructura pudo soportar los temblores de diciembre de 2011 y marzo de 2012.
“Las cúpulas en forma de medio cilindro, por su propio peso y fuerza de la gravedad tienden a bajar y abrirse por los lados, así que se les coloca adentro un tensor para evitar esto como si la hubiéramos fajado, a las grietas se les metió una banda de fibra de carbón con resina para que no se vuelvan a abrir. Todo ese trabajo no se ve pero ahí está”.
Comentó que el espesor del suelo en la Ciudad de México ha bajado alrededor de 6 metros desde principios del siglo XX hasta nuestros días. Por estudios y estadísticas se sabe que la ciudad se mueve entre los 4 y 12 centímetros de hundimiento al año, por lo que se espera que la capilla responda bien y con seguridad frente a los hundimientos.
Por su parte, el subdirector de Restauración de Monumentos, José Alfredo Saldaña de la Riva comentó que la primera etapa fue reforzar el subsuelo, toda la consolidación estructural, las bóvedas, cúpula y ahora es que se tiene contemplada una siguiente etapa de restauración.
En un recorrido al interior del inmueble se pudo observar el retablo del siglo XVIII, realizado en madera estofada y dorada, pinturas de la época de la Colonia, e imágenes religiosas de los siglos XIX y XX, el cual se encuentra cubierto para su protección.
En las paredes se buscan referentes anteriores para pintarlas y se están consultando fotografías y dibujos, pues nada quedará a capricho de los arquitectos involucrados.
Asimismo se busca la documentación relacionada con la sacristía que estará separada del templo perteneciente a la orden franciscana para prevenir daños colaterales en caso de algún siniestro.
En la entrada se mantendrá piso de piedra para luego dar paso al de madera que está por ser barnizado. Aún no se determina si cerca del umbral se colocarán réplicas de los descubrimientos encontrados durante las obras.
Como se recordará se realizaron hallazgos que denotaron vestigios funerarios y arqueológicos que datan de 650 d.C. y de 1000 a 1050 d.C y que dan cuenta de la presencia de pobladores anteriores a la cultura mexica.
En la restauración de La Conchita ha participado un amplio grupo de especialistas entre historiadores, arquitectos, ingenieros, geofísicos, sismólogos, arquitectos restauradores, conservadores. Incluso, el padre Fray Francisco Morales quien además es historiador, ha participado con las memorias de la capilla.
“Conaculta exige un trabajo cuidadoso, profesional y científico y convocó a un equipo ampliamente multidisciplinario sin importar si son religiosos o laicos, con el fin de contribuir en favor del monumento”.
Además, adelantó que se realizará una publicación sobre los trabajos realizados en el templo de la capilla de la Inmaculada Concepción conocido como La Conchita y estarán disponible electrónicamente para un mayor alcance.
La ingeniera María Elena Becerril consideró que la etapa de restructuración fue lo más complicado en cuestión de arqueología. “Estamos por cerrar el piso atrial, ha sido un trabajo muy minucioso que ha requerido de un trabajo a detalle”.
El arquitecto Raúl Delgado Lamas subrayó que el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes es responsable del patrimonio de México con 20 mil inmuebles propiedad de la nación de valor histórico y artístico. También está a cargo de la integridad de 60 ciudades históricas, 10 de ellas inscritas en la lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad.