América Latina es diversa en todas sus formas. Una de las más claras formas de diversidad, son sin duda sus lenguas indígenas, que representan un pasado ancestral. La lengua común es, mayormente, el español; sin embargo, cada país, cada región, tiene su propia riqueza cultural: sus lenguas amerindias. Lamentablemente, este importante legado cultural se está perdiendo poco a poco con la extinción y muerte de estas lenguas en distintas regiones.
Lenguas Indígenas en América Latina
Según datos de la UNESCO, el 50% de las lenguas del mundo están amenazadas y gran parte de ellas se encuentran en América Latina. Las principales lenguas indígenas de Latinoamérica son el guaraní, el aymara, el quechua, el náhuatl y el maya. Es difícil conocer con exactitud la cantidad de hablantes para cada una de ellas, dado que el número de hablantes puede aumentar o disminuir en las distintas variedades de lengua, según nos cuenta Frauke Sachse, experta en el tema y profesora del Instituto de Culturas Precolombinas y Etnología, en Bonn.
El quechua o quichua es una familia de lenguas originaria de los Andes centrales que se extiende por la parte occidental de Sudamérica repartidos entre hablantes en Bolivia, Perú, Ecuador, Argentina, Colombia y Chile. El aymara es la lengua del pueblo indígena americano de la región andina del lago Titicaca. La población hablante del aymara ocupa el occidente de Bolivia, el sur del Perú, el norte de Chile y el norte de Argentina. El náhuatl es una lengua azteca que se habla principalmente por los nahuas en México y en América Central. Cuenta con más de un millón de hablantes en México, quienes son mayormente bilingües (náhualt/español) y su uso se extiende desde el norte de México hasta Centroamérica.
Las lenguas mayenses o mayas, que tienen múltiples variantes, son lenguas amerindias, que se hablan principalmente en los estados mexicanos peninsulares de Yucatán, Campeche y Quintana Roo, así como también en Belice y en Guatemala. Igualmente, el mapundungun, es el medio de comunicación de los mapuches en Chile, y, también existe una población que lo habla en Argentina.
Es importante recalcar, dice Sachse, que las lenguas indígenas han cambiado en los últimos 500 años, según lo han mostrado documentaciones. Un claro ejemplo de esto es el famoso “Popol Vuh” (escrito originalmente en maya-quiché) que, hoy en día, los hablantes de esta lengua no lo comprenden completamente, debido a cambios en el significado de las palabras, expresiones idiomáticas, etc., “son procesos normales en la lengua”, indica Sachse.
Lenguas indígenas extintas
De estas lenguas indígenas principales existen muchas variedades, dialectos que son los que se encuentran en peligro de desaparecer, unas más que otras, o incluso algunas de ellas ya se han extinguido completamente, como es el caso de Guatemala (xinka), Colombia (macaguaje, pijao), Ecuador (andoa, tetete), Perú (mochica, culle), Bolivia (uru, canichana), Chile (kunza), Argentina (puelche, vilela), sólo por mencionar algunas.
Cada vez son más las lenguas que entran en un serio proceso de extinción. Sin embargo, Sachse comenta que lo importante es realizar un trabajo de revitalización de estas lenguas, en el cual, tanto la sociedad, como los gobiernos juegan un papel importante.
Camino a la extinción
El Atlas interactivo de la UNESCO de las lenguas del mundo en peligro, presenta importantes cifras de las lenguas que se encuentran en peligro, así como las que ya han desaparecido. Por ejemplo, según el Atlas, en Brasil, 190 lenguas se encuentran en peligro de extinguirse, en Colombia 68, en Perú 62, en Bolivia 39, en Venezuela 34, en Guatemala 23, en Argentina 18, en Ecuador 14, en Chile 7, en México, no se ha extinguido ninguna lengua desde mediados del siglo XX; sin embargo, la situación también es crítica dado que existe un gran número de lenguas en estado vulnerable, así como muchas más en toda América Latina. Este mapa permite opciones de búsquedas según múltiples criterios y ofrece 5 grados de clasificación: vulnerable, en peligro, seriamente en peligro, en situación crítica o extinta.
Al morir una lengua, muere también la cultura, tradiciones, expresiones orales,religión, “cada lengua es especial, por que las formas lingüísticas de una lengua, no se las encuentra en otra”, indica Sachse. Las lenguas representan la “llave” que nos da el acceso a comprender mejor las culturas.