* La exposición Nuevos horizontes. La fotografía en Japón está integrada por 26 piezas de seis artistas nipones que exhiben paisajes y aspectos de su vida cotidiana
Noveles miradas sobre la creación fotográfica en el Lejano Oriente, cuyas imágenes dejan ver la cotidianidad del Japón del siglo XXI, integran la exposición colectiva Nuevos Horizontes. La fotografía en Japón, que llega a México después de haber sido presentada en países como Rusia o Colombia.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través del Sistema Nacional de Fototecas, exhibe por primera vez esta muestra visual en la Sala Nacho López de la Fototeca Nacional, en Pachuca, Hidalgo.
Compuesta por 26 piezas, la exposición da a conocer la labor creativa de Aya Fujioka, Kentaro Kumon, Toshiya Murakoshi, Asako Saito, Keiko Sasaoka y Ryo Ohwada, artistas nipones de la lente, galardonados con el premio Artistas Revelación por la Sociedad Fotográfica de Japón, entre 2010 y 2012. El montaje deriva de la colaboración del INAH con la Sociedad Fotográfica de Japón, autoridad en materia fotográfica en Oriente, y la Fundación Japón en México.
Previo a la inauguración de la muestra, en la Sala Salvador Toscano, Kotaro Iizawa, uno de los críticos internacionales más destacados e historiador de la fotografía, dictó la conferencia La fotografía en Japón, en la que habló de la tendencia actual de esta actividad en ese país oriental a partir de la historia de la misma, “lo que quizás ayude a entender qué están haciendo actualmente artistas como los que ahora exponen.
“Como historiador de la fotografía japonesa, considero importante que los jóvenes sepan de ella, que se relacionen con imágenes históricas y que les sirvan como referencia para plasmar sus propuestas”, dijo quien fuera editor de la revista fotográfica Déjà-vu, de 1990 a 1994.
Kotaro Iizawa, promotor de la muestra, mencionó que al igual que muchos países, en Japón, a partir del año 2000, la mayoría de los artistas de la lente empezaron a utilizar cámaras digitales cuyas imágenes procesan en una computadora y son editadas en pequeñas impresoras, algo que hace más “accesible” esta profesión.
Y aunque los avances tecnológicos han contribuido a esta “masificación” de la fotografía y ahora cualquier persona con un dispositivo móvil con cámara puede tomar imágenes, de acuerdo con Iizawa, para ser un profesional se necesita, además de la técnica, especializarse “en ciertas temáticas que lo distinguen de los demás ‘fotógrafos’”.
Para el autor del libro Obras maestras de la fotografía japonesa, las nuevas tecnologías, como el internet, y el ritmo de vida actual en el mundo han hecho que elementos como la contemplación y el manejo de la luz sean dejados de lado por la inmediatez de la imagen.
“Se vive un momento complicado, pero la fotografía japonesa va un poco a la inversa de estos tiempos, porque en Japón los jóvenes aún preservan ese concepto tradicional; para captar una imagen hay que darle su tiempo normal, reflexionar en torno a ella, a su creación y a su concepto”, comentó el historiador.
Sobre el discurso visual de los participantes, Kotaro Iizawa refirió que no hay una temática común entre las piezas, son creaciones de diferentes artistas con diversas propuestas que plasman paisajes y aspectos de la vida cotidiana, como la intimidad de una cocina familiar o los momentos de esparcimiento, los cuales permiten reflexionar sobre la producción fotográfica en el Japón del siglo XXI.
El crítico destacó que no hay algo en común entre las obras. De los seis artistas nipones de la lente, cinco utilizan cámaras análogas y sólo uno digital. La tendencia fotográfica se puede ver en esta exposición; las vistas y las tomas de su cotidianidad dan una idea de lo que se hace actualmente en Japón.
Para finalizar, Kotaro Iizawa reconoció que conoce muy poco de fotografía mexicana, sólo el trabajo de artistas del lente consagrados como Manuel Álvarez Bravo, Pedro Meyer y Graciela Iturbide, entre otros que han expuesto en Japón.
En la muestra, Keiko Sasaoka participa con su serie Park city, que incluye imágenes actuales de su ciudad natal: Hiroshima, las cuales utiliza como puente entre el pasado y el presente. Mientras, Aya Fujioka, con I don’t sleep, muestra una vida cotidiana agitada por los recuerdos.
En FORM Heian, Ryo Ohwada utiliza el collage para reconstruir sus imágenes. La tranquilidad y cierta devoción que se respira en el aire de Japón son plasmadas por Toshiya Murakoshi en Uncertain, una serie de paisajes. Kentaro Kumon, con sus fotografías, refleja el crecimiento de las jóvenes en Nepal.
Por su parte, Asako Saito, en sus imágenes plasma un afloramiento (lugar donde asoma la capa mineral del subsuelo) lleno de recuerdos.
La exposición colectiva Nuevos horizontes. La fotografía en Japón permanecerá hasta el 12 de abril, en la Sala Nacho López de la Fototeca Nacional del INAH, de la Coordinación Nacional de Difusión, ubicada en el Ex Convento de San Francisco, Casasola s/n, colonia Centro, Pachuca, Hidalgo. Horario: 10:00 a 18:00 horas, de martes a domingo. La entrada es libre.