El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó este domingo (23.08.2015) que el Estado Islámico destruyó el histórico templo de Baal Shamin, ubicado en las ruinas de la ciudad siria de Palmira, que cayó en manos de los extremistas el pasado 20 de mayo.
El Observatorio, que cuenta con una amplia red de corresponsales sobre el terreno, aseguró que el templo fue dinamitado hace casi un mes.
La información llegó al Observatorio gracias a personas que han conseguido escapar de la ciudad. La ONG atribuyó la noticia a “fuentes fidedignas” y precisó que los radicales emplearon una gran cantidad de explosivos para destruir el templo. Los extremistas se hicieron con el control de Palmira y sus ruinas grecorromanas, incluidas en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, luego de que las fuerzas del Ejército de Siria abandonaran sus puestos ante una ofensiva del EI.
La destrucción del templo se conoce cinco días después de que Daesh (nombre árabe para el EI) ejecutara al antiguo responsable de la Dirección General de Antigüedades y Museos en Palmira, Jaled al Asaad, por considerarlo el “director de los ídolos” de esta localidad. El destacado arqueólogo, que fue decapitado en público, fue también acusado de representar al régimen del presidente sirio, Bashar al Asad, en “congresos apóstatas”, en referencia a las conferencias internacionales sobre antigüedades.
Legado de destrucción
La destrucción del templo de Baal Shamin fue posteriormente confirmada por el presidente de los arqueólogos sirios, Maamoun Abdul Karim. Palmira es considerada por la Unesco una reliquia única del siglo I a. C y una pieza maestra de la arquitectura y del urbanismo romano, por las columnas de su famosa calle principal y el templo de Baal. Esta localidad es uno de los seis sitios sirios inscritos en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, junto a los cascos viejos de Alepo, Damasco y Bosra; el Crac de los Caballeros y las aldeas antiguas del norte del país.
El pasado junio, activistas habían advertido de que miembros del Estado Islámico habían colocado explosivos en las ruinas, información que posteriormente fue confirmada por el régimen sirio. Desde el pasado febrero, los radicales del EI han destruido en las zonas que dominan en Irak varios sitios y museos arqueológicos. Las ruinas asirias de Nimrud y de Hatra, el Museo de la Civilización de Mosul y el yacimiento de Dur Sharrukin han sido pasto del pillaje y la barbarie de este grupo yihadista. DW.COM | 23.08.2015