- En charla-homenaje, el ganador del Premio Planeta-Casa de América afirmó que la lectura de Terra nostra le cambió la visión de la vida.
- La participación de Jorge Volpi se inscribe en las actividades de México como País Invitado de Honor de la feria panameña.
Panamá, Panamá.- En este país centroamericano, en donde nació el escritor Carlos Fuentes (Panamá, 11 de noviembre, 1928-Ciudad de México, 15 de mayo de 2012), fue recordado a través de una charla-homenaje en la que Jorge Volpi abordó diversos capítulos en la vida y obra del autor de La región más transparente y Aura, a quien definió como una combinación de alquimista y atleta.
En el marco de la X Feria Internacional del Libro de Panamá y de la presencia de México como País Invitado de Honor, Jorge Volpi, ganador de premios como el Biblioteca Breve 1999 y Grinzane Cavour Deux Océans 2000, por En busca de Klingsor, y del Planeta-Casa de América 2012, por La tejedora de sombras, hizo un recorrido por la historia académica y literaria de los primeros años de Fuentes.
Su infancia, sus años en la secundaria, su relación de amistad con el filósofo chileno Rodolfo Torretti, hasta sus 15 años, "edad en la que regresa a vivir a México, donde pasa los años decisivos de su adolescencia, cuando inventó su identidad esencial, donde pudo ver a la clase poderosa postrevolucionaria, que acabaría retratando e imaginando en gran parte de sus libros", refirió el escritor.
Volpi, quien también fue el organizador de los festejos por los 80 años de Carlos Fuentes, calificó al intelectual y diplomático mexicano como "una especie de mezcla de alquimista y atleta que con seguridad será conservado así en la mente de sus lectores", mientras compartía un retrato del joven autor que en 1949 "publica su primer cuento Pastel rancio, carrera que no terminara hasta su muerte".
Durante la charla, organizada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, a través de la Dirección General de Publicaciones, Jorge Volpi habló también de su relación literaria y personal con Carlos Fuentes, Premio Cervantes 1987, Premio Internacional Menéndez Pelayo 1992 y Premio Príncipe de Asturias 1994, entre muchos otros, y de cómo, a los 16 años, la lectura temprana de Terra nostra le cambió la visión de la vida y de alguna manera lo convirtió en escritor.