* Una colección de águilas de cartonería de dos metros, conforman la exposición que da cuenta del uso de la imagen de esta ave a lo largo de la historia del país.
* Las piezas de gran formato fueron elaboradas por el cartonero Sotero Lemus y mil 500 niños; la muestra abrió al público este sábado 16 de agosto.
Un recorrido a vuelo de pájaro por la historia de México, a través de la majestuosa ave que ha sido parte de la identidad nacional desde la época prehispánica hasta nuestros días, ofrecerá la exposición ¿Dónde se paró el águila? en la Galería de Historia, Museo del Caracol.
La muestra, organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se inaugurará este sábado 16 de agosto a las 13:00 horas. Está integrada por una decena de piezas de gran formato (dos metros) que fueron elaboradas por el maestro cartonero Sotero Lemus junto con mil 500 niños, quienes participaron en los talleres sabatinos del recinto.
Las recreaciones de esta ave permitirán al público conocer las épocas del país en las que ha sido usada su imagen. En este sentido, Julieta Gil, directora del museo, refirió que “la historia platicada es más cercana y mucho mejor aprendida”, por lo que se decidió aproximar a los niños a la cartonería tradicional y al devenir de México a través de talleres infantiles impartidos los fines de semana.
Indicó que el maestro Sotero y los niños se encargaron de crear esta colección, pero fue un equipo de especialistas del museo el que eligió la colección de águilas con las que se da a conocer los momentos más importantes de la historia de México.
“La exposición inicia con el águila prehispánica del Teocalli de la Guerra Sagrada; de ahí da un salto a la época virreinal, donde se muestran dos representaciones del águila de la Ciudad de México; enseguida pasamos a un par de representaciones que se plasmaron en banderas de la Guerra de Independencia, para continuar con una del imperio de Iturbide, dos de la etapa republicana, una del gobierno de Maximiliano y finalmente la del Escudo Nacional”, detalló Julieta Gil.
Sotero Lemus, responsable del taller de cartonería artesanal que se impartió de mayo a julio, explicó que fue muy enriquecedor trabajar con los infantes, porque además de ayudar a darles vida a las águilas mexicanas se interesaron por detalles de su manufactura y de su historia.
Añadió que se enseñó a los niños a trabajar la cartonería tradicional con carrizo, engrudo y cartón, tal como él y cuatro generaciones en su familia la han aprendido desde la infancia.
El maestro Sotero Lemus es originario de Celaya, Guanajuato, cuna de la cartonería. Desde los nueve años se ha dedicado a la creación de juguetes artesanales, calaveras, alebrijes y esculturas de cartón, lo que le ha permitido realizar más de 40 exposiciones en museos de México, Estados Unidos y España.
En 1985 realizó su primera muestra de juguete tradicional en Los Ángeles, EU. En 2005, para el centenario de la publicación de El Quijote, hizo una escultura del personaje de Cervantes de 16 metros de altura, que se exhibió en Palacio Nacional. Asimismo, fue uno de los iniciadores del desfile de alebrijes organizado por el Museo de Arte Popular, del cual también ha sido jurado.
Por su parte, Pavel Luna, curador de la muestra y adscrito al Museo del Caracol, señaló que la historia de la representación del águila mexicana es muy antigua. “Comenzó en la época prehispánica en varias culturas mesoamericanas y prosiguió a lo largo de los siglos”.
Como mexicanos —agregó el especialista— conocemos la historia de la fundación de México Tenochtitlan. En ella se dice que Huitzilopochtli señaló el punto donde se tendría que instaurar la nueva ciudad; sin embargo, en la exposición esa imagen prehispánica del águila devorando a la serpiente no se ve, sino que está presente la de atl-tlachinolli o agua quemada, que es la representación de la Guerra Sagrada.
Apuntó que el águila se mantuvo presente después de la Conquista, ya que los españoles la hicieron suya y la devolvieron al timbre del escudo de la Ciudad de México durante la Colonia.
Al estallar la Guerra de Independencia, se incorporó el ave como un intento de unidad nacional en la bandera de Ignacio Allende. Posteriormente, se muestra en el escudo de la bandera del ejército de José María Morelos y Pavón, cuando el Congreso de Chilpancingo inició sus actividades, en 1812.
Una vez lograda la Independencia, Iturbide volvió a retomar este ícono y lo convirtió en un ave coronada, símbolo del imperio. “Curiosamente cuando se derroca al imperio de Iturbide y llegan los primeros gobiernos republicanos, también recuperan la imagen y la plasman en la portada de la Constitución de 1824, en la que aparece una alegoría del águila federal. Es hasta el siglo XIX cuando se consolidó como un símbolo de identidad nacional y empezó a aparecer en banderas, monedas, sellos y documentos oficiales de la época”, destacó el historiador.
Durante el siglo XIX, el águila se representó en distintos ángulos, y es hasta el siglo XX cuando se coloca de perfil por decreto de Venustiano Carranza. En 1968 se decretó la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacional, y es cuando se empezó a utilizar el diseño del pintor Francisco Eppens en el escudo de la actual bandera mexicana.
La exposición ¿Dónde se paró el águila? se exhibirá durante un mes en el Museo del Caracol, en la primera sección del Bosque de Chapultepec, a partir del 16 de agosto. La entrada tiene un costo de 48 pesos, de martes a sábado de 10:00 a 17:00 horas; quedan exentos de pago niños menores de 13 años y adultos de la tercera edad. Domingos, entrada libre para público nacional y extranjeros residentes con credencial vigente.