En el Festival de Beethoven en Bonn, la renombrada directora mexicana Alondra de la Parra trabajará con una orquesta compuesta por jóvenes músicos mexicanos y alemanes. DW habló con De la Parra en la Ciudad de México.
A los siete años, Alondra de la Parra empezó a tocar el piano. Más tarde también aprendió a tocar el violonchelo. Estudió composición y dirección de orquesta en la Ciudad de México y en Nueva York. Hoy día, dirige algunas de las orquestas más renombradas del mundo. En 2017, asumirá la dirección musical de la Orquesta Sinfónica de Queensland, en Australia.
El pasado seis de junio, De la Parra inauguró el Año de Alemania en México con un concierto binacional en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México. Músicos de la Orquesta Juvenil Federal de Alemania y de la Orquesta Escuela Carlos Chávez tocaron juntos obras de Ludwig van Beethoven y Silvestre Revueltas. El 15 de septiembre de 2016, Alondra de la Parra dirigirá en el Festival de Beethoven en Bonn la Orquesta Juvenil Federal de Alemania y la Orquesta Juvenil de Renania del Norte-Westfalia, así como a talentosos solistas mexicanos. En el programa destaca la obra “Zimmergramm” que Enrico Chapela compuso por encargo de Deutsche Welle.
Pocos días antes de la inauguración del Año Dual Alemania-México, DW habló con Alondra de la Parra en la Ciudad de México.
DW: Estos jóvenes músicos alemanes y mexicanos tocarán por primera vez juntos obras de Beethoven y Revueltas. ¿Cómo logra juntarlos, acercarlos?
Alondra de la Parra: Ayuda mucho que ambas orquestas están sumamente emocionadas y que llevan trabajando este repertorio ya varias semanas antes de este primer encuentro. Entonces, cuando llegamos a trabajar juntos, el punto de partida es excelente. Ahora hay que afinar la manera de tocar, el estilo, pulir el sonido, es decir, todos los problemas que surgen con una orquesta joven, que tiene poca experiencia. Pero se pone muy divertido cuando todos llegan ya muy preparados. Me da mucho gusto que hayamos escogido estas dos obras, Beethoven y Revueltas, porque todo el mundo conoce a Beethoven, pero de Revueltas me encanta saber que los músicos alemanes se están exponiendo a este repertorio tan maravilloso de un gran compositor. La obra “La noche de los mayas” es una sinfonía muy seria, muy bien escrita, y me enorgullece muchísimo que se conozca cada vez más fuera de México.
No tiene mucho tiempo para ensayar. ¿Cree que pueda contar con una gran orquesta unida?
Cuando uno dirige, no puede plantearse la posibilidad de que quizás salga bien el concierto o de que quizás lo logremos. Tiene que salir, lo tenemos que lograr y se tiene que escuchar como una orquesta unida, unificada, y ese es el trabajo del director con el grupo. Estoy muy contenta porque están trabajando todas las mañanas en seccionales, y en las tardes estamos trabajando todos juntos. Vamos por buen camino, mañana voy a hacer una dinámica interesante, que creo que les va a abrir los oídos a escucharse mejor, algo que es realmente necesario.
Concierto de inauguración del Año de Alemania en México.
Ya ha trabajado muchas veces con músicos jóvenes. ¿Por qué le gusta tanto trabajar con gente joven?
Lo disfruto muchísimo porque a veces es un reto trabajar con gente joven, el tener que explicar cosas que normalmente no es necesario explicar. Pero también hay veces que uno se encuentra con pasajes o momentos musicales que hay que trabajar mucho con una orquesta profesional y que con los jóvenes se dan fácilmente. Este caso es muy especial porque la orquesta está compuesta por dos nacionalidades, los alemanes y los mexicanos, y siempre que se da una actividad en que dos orquestas distintas tocan en el mismo atril, la experiencia de la música se expande a otro nivel. Y es que al final de cuentas la música es conectar con otros seres humanos, comunicarnos, expresarnos.
Usted ya ha dirigido algunas obras de Enrico Chapela. ¿Qué piensa de su música?
Enrico Chapela es uno de los compositores que dirigí desde el principio de mi carrera cuando hice su obra “Ínguesu” en Nueva York, cuando tenía como 23 años. A Enrico lo conozco desde hace mucho porque íbamos a la misma escuela, aunque no en el mismo año. Él siempre tiene una idea detrás de todas sus composiciones, siempre tiene una idea detrás de cada nota y me divierte mucho sentarme con él a escuchar cómo concibió su obra, de dónde vienen sus ideas, y realmente disfruto mucho trabajar con Enrico Chapela.
¿Qué nos puede revelar sobre la nueva obra de Chapelo que dirigirá en septiembre en Bonn?
Me acaba de contar un poco la historia de lo que va a componer, y, como siempre, la música de Enrico trae una historia fuerte detrás y está muy bien investigada. En este caso, él se basó en un momento de la historia en el que el gobierno alemán y el gobierno mexicano, de una manera medio secreta, tienen que ver después de la Revolución Mexicana y antes de la Primera Guerra Mundial. Tiene varios personajes que van a ser representados por cantantes y por un guitarrista maravilloso, Pablo Garibay, que interactúan y cuentan la historia de lo que sucedió en ese momento. Pero, como siempre, estoy emocionada de ver qué es lo que escribió y cómo lo representa con sonido.
¿Tiene una obra favorita de Beethoven?
Justamente estaba pensando en cuál de las sinfonías o de la obra de Beethoven es mi favorita, porque todas las notas que Beethoven escribió son sagradas. Quizás, si tuviera que escoger, sería la tercera sinfonía, la heroica, la que estamos haciendo ahora, porque es una obra muy profunda, muy hermosa, arquitectónicamente sólida, perfecta y con unas melodías maravillosas, unas progresiones armónicas audaces que hasta la fecha siguen sonando innovadoras y con una historia muy profunda detrás. Me gusta mucho esta obra.