sábado, 24 de septiembre de 2016

Bolivia repatría 22 piezas arqueológicas devueltas por un coleccionista alemán

La Paz, 24 sep (EFE).- El presidente de Bolivia, Evo Morales, retornó de Europa con las 22 piezas arqueológicas entregadas a la embajada boliviana en Berlín por el coleccionista alemán , nieto del legendario fotógrafo y explorador Hans Ertl.

El gobernante presentó las piezas esta madrugada en el aeropuerto El Trompillo, en la ciudad de Santa Cruz (este), al que arribó procedente de Ginebra, donde asistió el viernes a una reunión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

"Este proceso permite recuperar nuestra arqueología. Me he quedado impresionado al ver esta identidad que es parte del pueblo boliviano", sostuvo Morales.

Agradeció a Wagnerberger por su voluntad para devolver las piezas y pidió a quienes tengan objetos patrimoniales bolivianos imitar el gesto del coleccionista alemán.

Entre los objetos recuperados hay pequeñas vasijas de cerámica, instrumentos para moler y tallas de rostros en piedra.

El ministro boliviano de Culturas y Turismo, Marko Machicao, señaló por su parte que las piezas serán trasladadas a La Paz para su "estudio y curaduría en el Laboratorio de Tiahuanaco, que cuenta con equipamiento de última generación".

La Dirección General de Patrimonio evaluará y clasificará las piezas según su origen y, posteriormente, serán distribuidas de acuerdo a su procedencia, según un comunicado del Ministerio de Culturas y Turismo.

En junio pasado, la embajada boliviana en Berlín informó sobre la decisión de Wagnerberger de devolver a su país de origen las piezas, que se encontraban en su residencia en Múnich.

Tobias Wagnerberger es hijo de la hija menor del explorador Hans Ertl, Heidi Ertl, la única de la familia que regresó a Alemania.

Hans Ertl se instaló con su familia en el país andino tras finalizar la II Guerra Mundial, como tantos otros alemanes en los años 50 del siglo pasado.

El explorador, que hizo varias expediciones en Bolivia, murió y fue enterrado en el año 2000 en su hacienda La Dolorida, en el oriente boliviano. Cultura