miércoles, 20 de noviembre de 2013

Elena Poniatowska anuncia que creará una fundación con la dote del Premio Cervantes de Literatura

  • La escritora adelantó que empleará los 125 mil euros del reconocimiento para crear una fundación que guardará sus archivos y brindará servicios para fomentar la lectura
  • Con emoción y sorpresa, se enteró por la mañana, que había sido galardonada con el premio más importante de las letras hispanas
Durante la conferencia de prensa el 19 de noviembre
(CONACULTA) Elena Poniatowska (París, Francia, 19 de mayo, 1932) convocó este martes 19 de noviembre a los medios de comunicación, luego de que se dio a conocer que fue distinguida con el Premio Cervantes de Literatura, dotado con 125 mil euros, donde dio a conocer que utilizará el monto económico que acompaña el galardón para crear una fundación que además de guardar sus archivos, ofrecerá talleres y conferencias para que mujeres y niños puedan acercarse y disfrutar de la lectura.

La escritora de libros emblemáticos de la literatura en lengua castellana como La noche de Tlatelolco, Hasta no verte Jesús mío o Tinísima relató que fue notificada de ser la acreedora del Premio Cervantes de Literatura 2013, en la mañana, luego de sacar a pasear a su perro al Parque de La Bombilla “donde duermen y de cierta forma mueren muchos pepenadores”, cuando regresó ya le habían llamado dos veces de Madrid.

“La verdad pensaba que era porque yo había fallado, no había sido suficiente un artículo que hice sobre Doris Lessing, la inglesa que murió hace poco de tiempo y se sacó el Nobel; cuando contesté y me dijeron que hablaba el presidente del Jurado del premio me dijo ‘usted es la ganadora’, pues casi se me caía al suelo de la emoción y de la sorpresa”.

Elena Poniatowska, quien cuenta con más de medio centenar de libros publicados en los que ha desarrollado prácticamente todos los géneros de la literatura y en los que hay novela, cuento, ensayo, crónica, entrevista, testimonios, libros para niños, celebró haberse convertido en la cuarta mujer en recibir este galardón. “Es un gusto, es una felicidad, porque en general a las mujeres no se les da prioridad, la prioridad es siempre para los hombres, sobre todo en los países de América Latina, en Europa no creo que suceda lo mismo.

“En México sí, las mujeres están siempre en la parte de atrás, son siempre las leonas, el león era Carlos Fuentes, es Mario Vargas Llosa pero las mujeres, acaban de dar a luz, están feas, las leonas son feas y entonces las olvidan y no les hacen caso. Es muy bueno que se empiece a reconocer la literatura de las mujeres”.

La también ganadora del Premio de Novela Rómulo Gallegos por su libro La piel del cielo indicó que la dote del Premio Cervantes de Literatura, que cuenta con un monto de 125 mil euros, será utilizado para crear una fundación, ya que desde 2006 dos universidades estadounidenses, la de Princeton y la de Stanford, le ofrecieron comprar su acervo, en el que se encuentran cartas de Octavio Paz, Rosario Castellanos y Carlos Monsiváis, entre otros destacados autores.

Sin embargo, contó la autora, su hijo Felipe le dijo que vender sus archivos sería una “traición a México”, así que decidió conservar su acervo, los cuales estarán a disposición del público en la fundación que creará.

La autora, a quien Carlos Fuentes definió como la “Alicia en el país de los testimonios” adelantó que la fundación estará ubicada en un inmueble del gobierno del Distrito Federal y que además de su acervo personal contará con talleres, conferencias y cafetería, pues será un espacio para investigadores, para las mujeres a las cuales “nunca se les pela nada” y para los niños, a fin de que empiecen a leer y a amar la lectura.

Como periodista, Elena Poniatowska también celebró este premio ya que, dijo, “nunca se toma en cuenta a los periodistas”, los cuales siempre están en desventaja, son sujetos a malos tratos y sus escritos son considerados como de segunda o hasta tercera categoría.

Expresó que ella le debe todo al periodismo, ya que luego de estudiar en un convento de monjas en Estados Unidos y regresar a México, “me hice periodista”. Esta actividad, destacó, es su escuela, su formación, lo que le enseñó a escuchar y a retener para no olvidar las cosas.

En su faceta de periodista, comentó que actualmente “me preocupa mucho lo que sucedió en la montaña, me preocupa mucho Guerrero, me preocupa mucho el problema de los maestros, la reforma, me preocupa el petróleo, me preocupa la Reforma Fiscal, pero lo que más me preocupa es que toda la gente se vaya a dormir habiendo comido más o menos lo mismo”.

Además, agregó, “me preocupa mucho que nuestro país se vaya cada vez más para atrás y que finalmente seamos los condenados de la tierra, al igual que África. Ojalá y no lo seamos y ojalá y nosotros nos recuperemos, salgamos adelante mediante una sola cosa que es la educación y la educación para los que no tienen nada”.

En el ámbito de la literatura, Poniatowska indicó que tres de los personajes más amados de quienes ha escrito en sus libros son Jesusa Palancares, que era una mujer de carne y hueso llamada Josefina Bórquez, Tina Modotti, quien al principio no le gustaba, pero a la cual después amó por su lucha, su belleza espiritual y su capacidad creadora y Leonora Carrington.

“Elenita”, como le llaman cariñosamente sus amigos, familiares y lectores, señaló que actualmente prepara un libro en formato de novela sobre otra mujer, Lupe Marín, que fue la segunda mujer de Diego Rivera, por lo que sus lecturas están en relación con este personaje, ya que es parte de su trabajo, aunque también dedica tiempo a leer los clásicos de la literatura.

Expresó que el Premio Cervantes de Literatura lo dedicará a su país, México, y también dará las gracias a su hijo Felipe, quien siempre la ha apoyado y cuando siente que se va para abajo le dice “mamá, eres una chingona”.

Elena Poniatowska, madre de tres hijos y abuela de 10 nietos, indicó que tras recibir el galardón que otorga el Ministerio de Educación Cultura y Deporte de España su vida no cambiará, pues seguirá viviendo en su casa de Chimalistac y ahora su gran preocupación será qué va a escribir, ya que a los 81 años, reconoció, ya no le queda mucho tiempo.

Sin embargo, aseguró que su legado permanecerá en México y aunque su biblioteca no es tan valiosa, ya que dijo, cuenta con muchos libros que no valen la pena, toda vez que ha sido jurado de muchos premios, se encuentran primeras ediciones de libros emblemáticos de escritores como Octavio Paz y Rosario Castellanos.